Es lo de todos los fines de semana a mediodía (y a veces en la tarde noche).
Nuevo sábado, 16 de mayo de 2020, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, vuelve a darle el aperitivo o el almuerzo a los sufridos españoles con una ración más de su ‘Aló presidente‘.
Eso sí, valga como inciso que, por una vez, y que sirva de precedente, Miguel Ángel Oliver, secretario de Estado de Comunicación del Ejecutivo sanchista avisó a los medios de comunicación en tiempo y forma.
Por lo demás, y como viene pasando desde que empezaron a sucederse las prórrogas del estado de alarma, Sánchez aprovechó su comparecencia para volver a culpabilizar a priorísiticamente a la oposición si no le aprueban ese plazo de hasta un mes con el que pretende ampliar esta situación de excepcionalidad.
Como siempre, el jefe del Ejecutivo tiró de manual para ponerse la medalla del aplanamiento de la curva, de tener la cifra más bajas de fallecidos por el coronavirus desde que comenzó a hacer estragos la pandemia en España, pero sigue sin reconocer un solo error en la gestión.
Sánchez, del que ya hemos dicho que no tiene abuela, aprovechó para ponerse una nueva medalla, la de ‘salvador’ de los españoles.
Según su peculiar criterio, los ciudadanos debería de agradecerle al presidente del Gobierno el hecho de que solo haya habido hasta la fecha más de 27.500 muertos oficiales, que no reales.
El ‘okupa’ de La Moncloa no solo insiste en olvidar rueda de prensa tras rueda de prensa que fue su impericia y el haber hecho caso omiso a las advertencias de la Organización Mundial de la Salud y de la Unión Europea para dotarse de medios para hacer frente a la pandemia y suspender los actos multitudinarios como la manifestación del 8-M:
Sin confinamiento hubiera habido 30 millones de contagiados, 300.000 muertos y el colapso total del sistema sanitario.
Asimismo, insistió en la necesidad de mantener ese estado de alarma y no despejó la duda de si este se mantendría hasta finales de junio de 2020 o hasta que todos los territorios hayan completado la desescalada:
Tenemos que mantenerlo porque es necesario restringir la movilidad y el derecho de reunión. Sobre su duración, va a depender de la evolución de la epidemia. Habrá a lo mejor territorios que pasen a la normalidad antes de cuatro semanas.
Evidentemente, por mucho que Pedro Sánchez trate de escurrir el bulto, a estas alturas de la película ya es más que público y notorio que al presidente del Gobiernle viene de lujo el estado de alarma para restringir libertades como el derecho de manifestación. Aunque, claro está, él lo envuelve en papel celofán, pero no cuela:
Lo importante es mantener la distancia social. Lo más importante es que ahora no relajemos las medidas de protección. Da igual por qué sean las manifestaciones
CESIONES A NACIONALISTAS Y SEPARATISTAS
Por lo pronto, para garantizarse esa prórroga de un mes del estado de alarma, trata de cumplir con una de las condiciones-chantajes impuestos por los nacionalistas del PNV y los soberanistas de ERC, que es la rebaja del llamado mando único que pilota la gestión de la crisis por la pandemia.
Por tanto será ahora el ministro de Sanidad, Salvador Illa, quien llevará la coordinación y se permitirá a Cataluña y País Vasco tener cierta autonomía en el control de la desescalada.
