José Cavero – Como el IRA o como el GRAPO


MADRID, 14 (OTR/PRESS)

Parece que son los dos modelos existentes para dejar de ser una banda: practicando el proceso de negociación que hicieron Gerry Adams y sus compañeros en Irlanda, para acabar con tres mil muertos y una guerra permanentemente sangrienta, o el modelo GRAPO, que llega a degenerar y deteriorarse a gran velocidad y en el que los presuntos «luchadores» por la libertad de un pueblo, pasan a ser sencillamente bandidos. Con la negociación para llegar a un final dialogado, la banda ETA ha tenido varias oportunidades de repetir el caso irlandés, pero en última instancia siempre prevalecieron y se impusieron los más bestias y más experimentados en el uso de las armas de fuego, y con trayectoria más sangrienta. Txeroki contra Ternera, parece que fue el dilema del último intento, en el que el primero se alzó con el poder en la banda.

Ahora, una vez que la política de Instituciones Penitenciarias ha hecho saber que hay una parte de los 750 etarras encarcelados que no comulgan con la teoría de los jefes de turno de avanzar siempre, por encima de los cadáveres víctimas de la lucha por la supervivencia, se ha vuelto a la vieja especulación de si el Gobierno se dispone a volver a alguna clase de negociación o de diálogo, que significó un enfrentamiento político permanente y feroz en la anterior legislatura entre Populares de Rajoy y de Alcaraz con el Gobierno de Zapatero.

Esperanza Aguirre, de nuevo en la batalla política y en la pelea por el liderazgo con Rajoy, pretende encabezar ese grupo de la «derecha extrema» reivindicativo y antigubernamental, rompiendo la paz alcanzada en esta materia entre Zapatero y Rajoy en el comienzo de esta legislatura. Para que no haya dudas, el ministro Rubalcaba, uno de los indiscutibles valores del Gobierno, ha señalado estos días que no cabe ninguna clase de negociación más con la banda, que aquellas oportunidades ya pasaron a la historia. Y ha recordado lo que decíamos en el comienzo de este comentario: que, una vez descartado el diálogo para un final negociado, a la banda no le cabe otra posibilidad que ir muriendo por su propia cuenta y rellenando las cárceles españolas de presos etarras.

¿Tiene credibilidad Rubalcaba? Probablemente, para muchos, bastante más que el propio Zapatero, desde el indiscutible éxito que está teniendo la persecución de los etarras desde las fuerzas de seguridad del Estado que manda. Falta comprobar que el proceso de debilidad de la banda se termine de producir, tal y como se viene registrando, y que la detención sucesiva de los jefes etarras termine desanimando a las bases y terminen llegando a la misma conclusión que ya lo han hecho otros «ilustrísimos» etarras de otros tiempos, hoy encarcelados y cumpliendo largas condenas.

Posiblemente falte aún un tiempo, o alguna «conversión» súbita. Pero parece indudable que llevan «el camino grapero», de la delincuencia pura y dura.

José Cavero.

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído