MADRID, 14 (OTR/PRESS)
Es un juego entre políticos y periodísticos que suele acompañar a toda celebración de los debates sobre el estado de la Nación: ¿quién lo ganó, quién fue el vencedor de ese debate? Y en esta ocasión, hay bastante coincidencia, aunque también excepciones, en que Zapatero se impuso a Rajoy. Un diario asegura que empataron, otro que en el PP se lamentan por la oportunidad perdida en el debate y que dirigentes populares creen que su líder desaprovechó el cara a cara: «El PP se queda con mal sabor de boca porque Rajoy no aprovechó para rematar».
Dice este mismo diario en su editorial que Zapatero se impuso en el debate. Coincide en estas apreciaciones un tercer medio escrito: el PP lamenta que Rajoy no lograra imponerse a Zapatero. Concluye otro diario que los socialistas destacan que si Rajoy no ha ganado ahora el debate ya no lo ganará nunca… Eso sí, también se pone de relieve en la mayor parte de las crónicas que el plan del Gobierno no logró apoyos de los restantes grupos. Algo que también se resume en otro titular de los diarios de este jueves: ganó Zapatero, pero no tiene amigos para celebrarlo. El debate no escenificó el gran pacto deseado, sino un «todos contra el Gobierno» y cada cual a lo suyo. El propio Rajoy ha querido destacar esa «soledad del Gobierno»…
En todo caso, tras el debate se ha abierto un breve plazo para que el presidente y su grupo busquen y obtengan votos con los que se puedan aprobar las resoluciones. Se ha puesto de relieve en que medida el jefe del Gobierno se esmeró en dar trato de favor a los integrantes del Grupo Mixto para conseguir su voto. Pero existe la creencia de que Zapatero sólo tendrá respaldo para sus medidas económicas si acepta ampliarlas. Por ejemplo, se pretende que la propuesta de rebaja fiscal llegue a todas las pymes y a los autónomos, con carácter mucho más general del que planteó Zapatero en su propuesta. También están en abierta discusión otras dos de las medidas «estrellas» del debate, las relativas a las deducciones fiscales por adquisición de vivienda y las ayudas directas a la compra de un automóvil.
Hay debate muy amplio, sobre todo, sobre la primera de estas dos medidas y todavía se ignora en qué medida las propuestas iniciales se verán modificadas para obtener más amplio respaldo. El portavoz parlamentario socialista dice que el PP quiere volver a los «tiempos del ladrillo», tras conocer la propuesta del Gobierno de eliminar la deducción fiscal en determinados niveles de renta. A su vez, y en materia de compra de vehículos, por ejemplo, las comunidades gallega y madrileña se niegan a aportar 500 euros por cada compra.
El ministro Gabilondo, por su parte, ha salido en defensa de otra de las propuestas más llamativas: la de entregar un ordenador portátil a cada alumno de quinto de Primaria, para estudiar en el aula y en su casa. Gabilondo niega que esta haya sido «una ocurrencia aislada», pero también se adivinan dificultades cuando se trate de concretar la medida con las comunidades autónomas.
Pero aún quedan unos pocos días para ver en qué se concretan las medidas expuestas y debatidas en el debate del martes y miércoles, mientras se concretan apoyos o complementos…
