Andrés Aberasturi – ¿Por qué Rajoy no sigue los consejos de Don Mendo?


MADRID, 3 (OTR/PRESS)

Si alguien entiende al Gobierno que levante el dedo y nos lo explique. Si alguien sabe por qué se está negando hasta última hora lo que se sabe que se va a hacer, que nos lo explique. Si alguien conoce los motivos por los que el presidente Rajoy no dice al país con el corazón en una mano y la verdad en la otra por qué no sólo no ha hecho lo que había prometido sino todo lo contrario, que nos lo explique. Si es verdad que muchos miembros del gabinete se enteraron en el mismo Consejo de Ministros de lo de las pensiones, pues entonces ya nos ahorramos las explicaciones y que los dioses se apiaden de nosotros todos.

Porque uno acepta que recibieron una herencia envenenada donde preocupaba mucho más quedar bien que hacerlo bien, donde se gastó lo que no se tenía y se negó la crisis hasta ultima hora. Incluso se acepta, aunque con reservas, que cuando el PP llegó al Gobierno se encontró con un déficit mucho mayor que el esperado. Pero esto no puede ser la eterna coartada para todo y menos aun practicar el «sadismo» -estoy seguro que no intencionado- de ir haciendo heridas profundas en el cuerpo social del país un consejo de ministros sí y otro también; casi mejor seguir la inscripción del puñal de Don Mendo: «si hay que luchar, no te enfríes. Si hay que matar, descabella». Pero este goteo de sangrías que se culmina -por ahora- traspasando la línea roja de las pensiones, es ya demasiado.

Y antes me he referido a las reservas que uno tiene a la hora de admitir el desconocimiento real de las cifras de la economía española cuando ganaron las elecciones. Vamos a ver; en manos del Partido Popular había muchas autonomías, muchas alcaldías de muchas ciudades importantes y en los consejos de las cajas de ahorro -incluso en la presidencia de alguna muy importante- estaba gente del Partido Popular por no hablar de la fiscalización de gastos e ingresos que teóricamente tendría que tener el Congreso sobre las cuentas del Reino. ¿Nadie sabía nada? ¿Nadie avisó de lo que se venía encima? Entonces para qué sirve el Congreso, para qué se presiden autonomías tan importantes como la de Valencia o Madrid. No se entiende que llegaran a La Moncloa absolutamente ignorantes de la realidad cuando desde muchos medios se clamaba y se reclamaba al Gobierno de ZP hacer algo contra el desastre que ya estaba ahí. Por no hablar de las decenas de informes que anunciaban no ya el diluvio que venía sino la enorme tormenta que estaba cayendo ante la mirada impasible de un Rodríguez Zapatero que daba la sensación de no entender nada, de quedarse de piedra cuando la realidad se imponía a sus planes.

Ah la realidad. Otra vez la terca realidad como cortada para hacer un viernes lo que se había negado el jueves. Así no vamos a ninguna parte y cuando un presidente afirma que «no tengo intención de» y ya se sabe que va a ocurrir todo lo contrario, se pierde la credibilidad y la seguridad, exactamente lo mismo que perdió Zapatero y por eso la debacle posterior del PSOE.

No entiendo ni qué hace el Gobierno, ni cómo lo hace ni por qué. Claro que el déficit es importante, pero cuando algo pasa de ser un objetivo a ser una obsesión, es el momento de acudir al psiquiatra. Y España y Europa -los que ahora mandan en España y en Europa- deberían ir pidiendo hora para la consulta. En todo caso, y mientras esperan, que aproveche Rajoy de una puñetera vez para explicar al país no en un periódico sino con la liturgia propia de unas vísperas, esa realidad que le lleva inexorablemente a desdecirse y a dejar que el puñal se enfríe entre descabello y descabello.

a.aberasturi

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído