MADRID, 18 (OTR/PRESS)
Por más que Duran LLeida se afane en intentar hacer creer que no hay fisuras en el gobierno de Cataluña lo cierto es que las hay y profundas. Las recientes declaraciones de Germá Gordó consejero de Justicia de la Generalitat afirmando que no se puede celebrar un referéndum en Cataluña sin contar con el Gobierno de España han sido respondidas por otro consejero, Francesc Homs, asegurando todo lo contrario.
Homs no se anda con sutilezas, no solo asegura que el referéndum sobre la independencia de Cataluña se «puede» celebrar sino que afirma que «se va» a celebrar y que la hoja de ruta hacia la independencia es imparable. Si ustedes se preguntan a que consejero debemos de hacer más caso yo les diría que a Francesc Homs que, hoy por hoy, es el auténtico hombre fuerte del gobierno catalán, el que lleva las riendas y maneja a su antojo a Artur Mas.
Homs es un independentista convencido dispuesto a lo que haga falta con tal de conseguir la independencia de Cataluña. Y Homs tiene tal influencia en Artur Mas que este en ocasiones parece una marioneta en manos de su consejero.
Desde hace un tiempo hay personas destacadas de estamentos empresariales, políticos y sociales de Cataluña intentan rebajar las aspiraciones independentistas de Mas, intentando en definitiva que el «president» dé marcha atrás aunque naturalmente procurando que el «president» salve la cara. De hecho, Artur Mas ha hecho algunas reflexiones en público que podían entenderse como una matización de sus posturas anteriores.
El problema de Artur Mas es Francesc Homs, que difícilmente le va a permitir decir digo donde dijo Diego. Lo cierto es que Artur Mas parece un rehén por una parte de la familia Pujol… al fin y al cabo está donde está porque Jordi Pujol lo decidió y, por otra parte, su ideólogo de cabecera es Francesc Homs.
Ya digo que hay muchas personas con peso específico en distintos ámbitos que están trabajando discretamente para conseguir que Artur Mas llegue a un buen acuerdo con el Gobierno para la financiación de Cataluña, pudiendo así salvar la cara ante sus conciudadanos, pero aparcando el órdago independentista. Y por lo que va trascendiendo, el Gobierno con Mariano Rajoy a la cabeza estaría más que dispuesto a dar esa «salida» a Artur Mas, y poner en marcha un nuevo sistema de financiación autonómica que resulte beneficioso para Cataluña. En mi opinión, Rajoy acertará si efectivamente es capaz de consensuar un nuevo sistema de financiación que dé respuesta a las reivindicaciones catalanas pero, además, también dé respuesta al resto de las comunidades porque el actual sistema ha tocado fondo.
Las declaraciones del consejero de Justicia, Germá Gordó, iban en esa dirección, pero está claro que Francesc Homs y sus seguidores prefieren el cataclismo antes que dar marcha atrás.
En la historia de los países siempre hay hombres que terminan marcado su destino. Me temo que Francesc Homs es uno de esos hombres, capaces de provocar una catástrofe antes de dar marcha atrás y renunciar a sus sueños. Ya saben, al final todo depende del factor humano. En este caso, el futuro de Cataluña pasa por el muchos factores, pero uno de los más determinantes es el «factor Homs».