MADRID, 12 (OTR/PRESS)
A veces pienso que algunos políticos o bien son unos irresponsables redomados, otras pienso que hay más de un fanático entre nosotros, en ocasiones también pienso que hay quién se ha vuelto loco.
Y es que me supera que se pueda estar organizando un supuesto congreso con la participación de historiadores, periodistas y demás familia, que se van a dedicar a enumerar una supuesta lista de agravios perpetrados por España contra Cataluña desde 1714 hasta nuestros días.
El hecho de que algo así se pueda celebrar indica el grado de disparate, de fanatismo y de sin razón que envuelve en éstos momentos el debate político en Cataluña.
No se puede contar la historia de Cataluña sin el resto de España, y en esa historia hay de todo, si, cosas buenas, también menos buenas. Las relaciones entre las personas nunca están totalmente exentas de tensión e incluso de desencuentros, de manera que es lógico que en las relaciones entre Cataluña y el resto de España haya habido esas tensiones y desencuentros.
Pero lo mismo se podría hacer al revés para ya instalarnos definitivamente en la locura. ¡Se imaginan que a algún otro insensato se le ocurriera elaborar una lista de supuestos agravios de Cataluña contra el resto de España?. Utilizar la Historia de manera torticera, manipulando hechos, o poniéndolos al servicio de una causa política, es algo en lo que no debería de participar ningún historiador que se precie.
Es realmente dramático que los políticos nacionalistas catalanes estén abonando el enfrentamiento entre ciudadanos, entre los ciudadanos catalanes y los ciudadanos del resto de España. Me gustaría que alguno de esos políticos tuviera la decencia de decir en voz alta lo que realmente pretenden.
Me asusta ver a tanto Maquiavelo de pacotilla, a tanto personaje sin escrúpulos, capaces de cualquier bajeza con tal de conseguir un fin, en éste caso la independencia.
Artur Mas se ha convertido en un rehén de su propia debilidad, al que Esquerra le mueve los hilos a su antojo. Es una caricatura de lo que fue. Aún así ¡ojalá¡ tenga un momento de lucidez y sea capaz de frenar el monstruo que ha puesto en marcha.
Celebrar un congreso cuyo resultado final se sabe de antemano: demostrarse a sí mismos que España les agravia y por tanto deben de ser independientes, es hacerse trampas al solitario.
Yo no sé si es que algunos políticos nacionalistas catalanes se han vuelto locos, que sería la excusa más confortable, o es que sencillamente creen que en política y en la vida vale todo.
¡Que miedo me dan¡
