Ni Partido Popular ni Podemos ni Ciudadanos.


La situación política actual me hace recordar aquellos juegos que planteaban qué camino tomar para alcanzar la liberación sin caer en los dominios de una bruja malvada, un ogro sanguinario o un río atestado de cocodrilos. Era difícil, pero al final había una solución satisfactoria que el ingenio debía descubrir. El mosaico político actual es una especie de laberinto caótico, con demasiadas salidas cerradas y caminos que no conducen a ninguna parte. Y lo peor de todo es que, al menos yo, no me siento Teseo, ni tengo el hilo de Ariadna, ni he matado al monstruo, porque hay varios y casi no sé por cual empezar. Lo cierto es que, analogías mitológicas aparte, la situación política es para echarse a temblar, se mire como se mire.

La izquierda radical concentrada en Podemos que gobierna ahora en varios lugares de España, Madrid y Barcelona, por ejemplo, causa horror incluso en sus votantes. Aunque era cosa sabida, por si había dudas, han constatado que los genitales son su órgano pensante. Solo así se entiende que Colau, nada más hacerse con el mando haya creado una concejalía del Ciclo de la vida, Feminismo y LBTBI (lesbianas, gays, transexuales, bisexuales e intersexuales). Les falta solo la Z, de zoófilos, como dice Freixedo, y no es exageración. La llamada cultura queer, a la que todos estos pertenecen, defiende las relaciones inter-especies. Son los pensadores de la entrepierna. La animalización del ser humano al reptilianismo más puro. Un horror, pero todo se andará.

Sentimos vergüenza y tenemos que pedir perdón al mundo en nombre de la impresentable que se dedica a orinar de pie en las plazas públicas de Europa. Esta es la canalla política que Rajoy nos ha traído. Dicen que para que huyamos escaldados de Podemos con todas sus corruptas Carmenas, Iglesias, Colaus y demás tropa. Puede ser esto una especie de vacuna. Puede que incluso le salga bien, en vista de las meteduras de pata de Ciudadanos, su alternativa más próxima, el partido progre abortista y probandera gay ondeando en el ayuntamiento; el partido que exige limpieza a los de Madrid y pasa por alto la podredumbre andaluza con roña de solera.

La suerte soñada de Rajoy le viene acompañada de la catástrofe de Grecia y el enrocamiento del arriscado y demagogo Tsipras. Es su gran milagro para hacerlo aparecer como gran gestor, el motor del cambio, como él se autodenomina. No sé si, a pesar de todo, le saldrán bien las cuentas, pues a muchos tendrían que lobotomizarnos o aplicarnos algunas de las técnicas de Persinger para inducirnos a captar falsas realidades, y no es el caso. Pero no cabe duda que otros menos exigentes, y algo desmemoriados están dispuestos a volver a darle su voto, no vaya a ser que los de la coleta nos conviertan en una Grecia sin Partenón. Hay que reconocer, no obstante, que los radicales –tanto lo de aquí, como los de allá— tienen razón en muchos aspectos. Recordemos si no, quiénes fueron los artífices de la falsificación de las cuentas griegas para entrar en Maastricht. Por otro lado, si divinizamos Europa, el BCE y el FMI estamos dando el parabién a toda la corrupción institucionalizada. De esto también hay que hablar. No creo que nuestra actual Europa sea la soñada por Adenauer, Schuman y De Gasperi.

El golpe de efecto del Presidente es de diez, hay que reconocerlo. Adelantar la rebaja fiscal seis meses, o sea, desde ya, es muy oportuna en plena incertidumbre sobre los posibles cambios en Europa y sus consecuencias. Sabe mejor que nadie que a la ciudadanía no se la seduce fomentando valores, sino dando dinero, y este es el momento. Los funcionarios tuvieron su propina la semana pasada. Ahora nos toca al resto ser bendecidos por su mano generosa, que quita y pone. La nómina de julio será algo más jugosa y los profesionales liquidaremos el 15% en lugar del 18%. A esto hay que sumar que 94.700 personas han abandonado las listas del paro –no ahondemos en el análisis—, y el crecimiento del PIB para el 2015 será, no del 2,9 previsto, sino del 3,3. Muchos nos iríamos de fiesta si no sufriéramos el desencanto eterno de haber conocido al auténtico Mariano Rajoy, que gobierna con directrices masónicas.

Por eso decía lo del laberinto sin salida. Por un lado, la izquierda radical y corrupta de Podemos; por otro, los progres abortistas de Ciudadanos, y por el de más allá, el progre y abortista Partido Popular, que se mira en el espejo de la izquierda. Hay otras alternativas que podrían colmar las expectativas de muchos, pero la maquinaria del sistema no les deja ir adelante. A Vox se le niegan los más elementales derechos democráticos y la ciudadanía ignora sus propuestas acertadas. Muchos del PP se han pasado a sus filas. Espero que sigan en la lucha y no consigan aburrirlos haciéndoles creer que su voto es inútil. Al final, mataremos a los monstruos del laberinto y saldremos airosos. ¡Pero primero hay que identificarlos!

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Por Magdalena del Amo
Periodista y escritora, pertenece al Foro de Comunicadores Católicos.
Directora y presentadora de La Bitácora, de Popular TV
Directora de Ourense siglo XXI
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Autor

Magdalena del Amo

Periodista, escritora y editora, especialista en el Nuevo Orden Mundial y en la “Ideología de género”. En la actualidad es directora de La Regla de Oro Ediciones.

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