Escaño cero – Tonterías, las justas


MADRID, 23 (OTR/PRESS)

Leo una noticia en los periódicos: el ayuntamiento de Madrid va a organizar cabalgatas de Reyes sustituyendo a un rey por una reina. La noticia me deja perpleja y pienso que es una broma anticipada del día de los inocentes.
Verán, a mi me gusta la Navidad pero comprendo que hay muchas personas a las que no les gustan estas fiestas y que no tienen por qué celebrarlas. No es obligatorio dejar de trabajar el 24 y el 25 de diciembre si para uno esos días son como un día cualquiera. Lo mismo digo del 5 y 6 de enero, la fiesta de los Reyes. Entiendo que quien crea que no tiene nada que celebrar no tiene por qué participar de las comidas y cenas con amigos y familia habituales en este época del año, ni gastarse un euro en regalos, ni siquiera tomarse unos días de vacaciones. Me parece que a quienes no les gusta la Navidad tienen todo el derecho de no participar de ella y eso si, ser coherentes y ya digo, trabajar por ejemplo el 24 como si fuera un día más.
Pero eso sí, creo que lo que no pueden hacer los responsables políticos es intentar devaluar y disfrazar la Navidad convirtiéndola en una especie de fiesta del solsticio de invierno. En la extinta Unión Soviética las celebraciones de diciembre se convertían en la llegada del «Abuelo Invierno» que era cuando los niños recibían algún regalo.
En los últimos años los responsables municipales han ido difuminando todo lo que tiene que ver con la parafernalia navideña. Iluminan las calles como si fuera la Feria de Sevilla sin ninguna alusión a la Navidad. Y las cabalgatas de los Reyes Magos se parecen a las cabalgatas de Eurodisney.
Y ahora vuelvo a Madrid, donde a los responsables del ayuntamiento se les nota la incomodidad con las fiestas navideñas. Para empezar, han decidido prescindir del Belén en el ayuntamiento, y ahora parece que se les ha ocurrido convertir en «reinas» a alguno de los Reyes Magos. Y eso lo justifican por aquello de luchar por la igualdad de genero, así como suena.
En mi opinión, no es que sea un disparate, es que es una solemne majadería. No se puede cambiar la historia, ni las leyendas si no se quiere terminar haciendo el ridículo.
La leyenda, o la tradición, como se quiera llamar, dice que hubo Tres Reyes Magos que llegaron desde Oriente hasta Belén, y qué le vamos a hacer, eran tres varones, lo que no es ni bueno, ni malo ni regular, simplemente es lo que eran, y jugar a feminismo barato queriendo retorcer las cosas y sustituyendo a un rey mago por una reina maga es, insisto, una solemne majadería.
Creo que el ayuntamiento y los poderes públicos no tienen ningún derecho en retorcer la tradición de la Navidad y que su obligación es respetar a los muchos cientos de miles de ciudadanos a los que si les gusta y creen en la Navidad. Por tanto, los poderes públicos deben de permitir y facilitar que se celebren estas fiestas de acuerdo a la tradición de quienes sí creen y les gusta la Navidad y no intentar hacer ingeniería social.
Insisto, celebrar la Navidad no es obligatorio, de manera que nos deben de dejar celebrarla a quienes queremos hacerlo de acuerdo a nuestras creencias y costumbres. Eso sí, quienes no compartan esas creencias y costumbres están en su derecho de no participar. Vamos a respetarnos los unos a los otros, ¿no les parece?

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