Propuesta: ¿Y si nos ahorramos la campaña y votamos mañana?. Por que quisiera pensar que ellos están en realidad tan hartos como nosotros. Que eso de tener que montar toda esa parafernalia, arrastrar en autobuses a la parroquia, programar el atrezzo de banderitas cuando se enciende el piloto de la tele y proclamar una estupidez como verdad universal les tiene que resultar cansado. Digo yo, vamos.
Ya no es cosa de la “pasta”, que también, sino de puro hastío con ellos mismos. Debe ser tremendo estar haciendo el político todo el día, pero en cosa de campaña aún peor, como pillarse una de anís, que son las peores como saben los de antes que bebían, y estarse con ella quince días.
Pero no se que tiene la política, que les engancha hasta de “culiparlantes” en el Congreso, que se matan por un puesto de parlamentario autonómico y son capaces de humillarse delante de gentes y especimenes que no serían ni rana en una charca.
Aunque no debo ser injusto. Somos todos. Ellos son el reflejo. Mal anda la cosa en la vida civil y en el prestigio de los oficios y profesiones. La de periodista no es para alardear sino para volver a aquello de no le digas a mi madre a que me dedico, dile que tocó el piano en un burdel. O peor , que es la madre la que luego te lleva al plato de la tele para que cuentes de los clientes o del novio asesino que tiene más morbo porque eres menor y luego además el fiscal empapela a Ana Rosa.
Hastío es la palabra. Hastío de la política, si . Hastío de las campañas circo y de tramoya, mas. Pero también de todo nuestro circo. Porque si ellos pueden dar cansancio, nosotros empezamos a dar risa. Somos quienes airean sus pedos y regüeldos y les dan categoría de excelsa filosofía. Dicho sea todo con claridad y con animo de ofender. Pero eso si y siempre, dependiendo si son de los “nuestros” o de los “otros” .
La campaña que habrá que soportar será solo apta para disminuidos intelectuales, pero los primeros en pregonarla como categorías universales del pensamiento seremos los medios de comunicación. Y ellos y nosotros somos simplemente un reflejo en el espejo. Pero sólo nos avergonzamos, y cada vez menos, con ese destripar vísceras de la telebasura. Y resulta que telebasura, en realidad, somos todos. Y la política, aún más. Con traje.
P.D. Los del constitucional serán unos tipos que saben todo el artículado jurídico del mundo mundial, pero que son tontos de balcon de no saber quien estaba ahí detrás eso no hay gitano que se lo salte.
