Este miércoles, 29 de enero de 2014, Màrius Carol publica en La Vanguardia una columna titulada ‘Cuando las canciones ondean como las banderas’, en la que arranca diciendo:
Pocas veces he corrido tanto en mi vida como el 14 de febrero de 1971. Era mi primer año como universitario y el recital de Pete Seeger en la Escuela de Ingenieros de la Universitat de Barcelona fue prohibido a última hora por el gobernador civil Tomás Pelayo Ros.
Añade que:
La noticia de la muerte de Pete Seeger habrá hecho recordar a muchos los años de las reuniones clandestinas, las manis, las melenas o la trenka. Tiempos en blanco y negro pero cargados de esperanza.
Y concluye:
No es de extrañar que Barack Obama le invitara a tocar en su ceremonia de asunción presidencial. Seeger, acusado de antiamericano por su pacifismo en la juventud, era reivindicado en la vejez como el estadounidense comprometido con la libertad.