Este miércoles, 12 de febrero de 2014, Antoni Puigverd publica en La Vanguardia una columna titulada ‘Lenguas’ en la que arranca diciendo:
Es curiosa la falta de atención estratégica que, en un momento supuestamente histórico, merece el tema más potencialmente inflamable: el de la pluralidad lingüística catalana
Añade que:
La batalla de la lengua catalana como lengua española se perdió enseguida. El antifranquismo, que había aplaudido a Raimon, observó con disgusto la normalización social del catalán
Y concluye:
La historia demuestra que las lenguas pequeñas no puede permitirse el lujo de un enfrentamiento.