Laureano Benítez Grande-Caballero

Juego de drones

Podemos pertenece a una corriente de desarrollo de los partidos de izquierda en el sur de Europa, que ha sido favorecida por la oligarquía globalista para seguir con los ajustes y recortes que la benefician

Juego de drones
Laureano Benítez Grande-Caballero. PD

Una de las bases ideológicas de Podemos -como expusimos en nuestro anterior artículo sobre «La conspiración de Podemos»- es la extensión de la Revolución Bolivariana a los países del sur de Europa, para hacer un frente común frente a la «Troika» y Alemania, su «brazo armado». No se puede hablar todavía de «bolivarismo» en los países periféricos, pero la realidad es que el sur de Europa está viviendo una «primavera» debido al progreso de las fuerzas de izquierda en este ámbito geopolítico.

Si «las revoluciones naranjas» de los países del Este, y la «primavera árabe» fueron diseñadas por la plutocracia globalista -como aseguramos en anteriores artículos-, ¿podemos decir lo mismo de la «primavera periférica»?

El banco J. P. Morgan Chase es la primera institución bancaria de Estados Unidos. Pertenece a David Rockefeller, el cual, en el transcurso de una cena con embajadores de la ONU, no tuvo reparos en declarar que «estamos al borde de una transformación global. Todo lo que necesitamos es una gran crisis y las naciones aceptarán el Nuevo Orden Mundial (NOM)».

Dicho y hecho: esta crisis sucedió, en 2008, provocada por la explosión de la burbuja inmobiliaria «subprime», y en ella tuvo un papel decisivo el J. P. Morgan. Fue una operación de ingeniería financiera deliberada y alevosamente diseñada por la plutocracia globalista para impulsar a través de sus prácticas especulativas criminales el advenimiento del gobierno elitista del NOM. Es bien sabido que las crisis y las guerras nutren la inseguridad y el miedo de la gente, y justifican los recortes del bienestar y de las libertades que benefician a las castas oligárquicas transnacionales en su determinación de conseguir el advenimiento del NOM.

¿Quién es uno de los principales enemigos del NOM? Jamie Dimon, el presidente ejecutivo de J. P. Morgan, en una nota publicada el 14 de enero de 2012 en el diario alemán Die Welt, manifestó que «Europa es la mayor amenaza para la economía global […] Necesitamos una solución con urgencia. Cuanto más tiempo siga profundizándose el problema, menos posibilidades hay de que logremos salir de la crisis suavemente».

¿Cuál es esa solución de urgencia que propone el J. P. Morgan y otras entidades financieras globalista mundial? A finales de mayo de 2013, la banca de Rockefeller publicó un documento de 16 páginas, titulado «El ajuste de la Zona Euro, una tarea a medio hacer», en el cual se afirma que los países del sur de Europa solamente se encuentran en la mitad del camino -«halfway»- de ajustes necesarios para resolver la deuda de la crisis soberana.

Como los recortes sociales pendientes de realizar generarán un amplio movimiento de indignación y protesta social, los oligopolios financieros abogan por la instauración de Regímenes autoritarios que sustituyan a las Constituciones democráticas burguesas que se establecieron en Europa después de la II Guerra Mundial. El objetivo de estos gobiernos casi dictatoriales sería ejecutar una contrarrevolución social que promueva las reformas políticas necesarias para liquidar las protestas contra los recortes exigidos por la política de austeridad impuesta por las élites financieras, medidas impopulares que van orientadas a garantizar los enormes beneficios que están obteniendo de sus actividades especulativas en Europa.

En los párrafos conclusivos del documento, se explica lo que entienden por reforma política: «Hay problemas políticos que están profundamente arraigados en los países de la periferia, que según nuestra opinión deben ser cambiados si la Unión Monetaria se considera que debe seguir vigente […] Estos Sistemas Políticos vienen de una Dictadura anterior y están definidos por estos Regímenes. Sus Constituciones tienden a tener un fuerte sesgo socialista, reflejando la fuerza política que los partidos de izquierda adquirieron después de la derrota del fascismo […] Los Sistemas Políticos de los países de la periferia tienen unas características comunes: unos dirigentes débiles; unos Estados centrales débiles en relación con las distintas regiones; protección constitucional de los derechos de los trabajadores; sistemas que buscan el consenso y se anima el clientelismo político; el derecho a la protesta, permitido por el status quo político. Las lagunas de esta herencia política han quedado al descubierto por la crisis».

Y concluye afirmando que «estas Constituciones y acuerdos políticos en la periferia sur tienen una serie de características que parecen ser inadecuadas para una mayor integración regional. Cuando los políticos y creadores de opinión alemanes hablan de un largo proceso de ajuste de una década, probablemente tienen en mente tanto la necesidad de reformas económicas como políticas (…) Es poco probable que Alemania acepte los eurobonos sin cambios significativos en las Constituciones políticas de la periferia».

Y aquí llegamos a «la madre del cordero»: los eurobonos. Son títulos de deuda pública emitidos y avalados por todos los países de la zona euro conjuntamente, de forma mutualizada, con lo cual su interés financiero se determinaría según la media global de todos ellos. Esta medida beneficia a los países con mayor prima de riesgo, y perjudica claramente a los que se financian a menor coste, caso de Alemania, que debería avalar la deuda de los países del sur, los más deficitarios, con lo cual se financiaría a un coste mayor.

¿De quién ha partido la iniciativa de los eurobonos? ¿Quién es su mayor defensor? Pues… George Soros, quien afirma que «La solución más eficaz consistiría en una emisión de eurobonos garantizados de modo conjunto». En el Foro Económico Mundial de Davos de este año, Wolfgang Schaüble, el Ministro de Finanzas alemán, dijo que los eurobonos «son un incentivo equivocado porque suponen gastar dinero que no tienes a cuenta de otros […] No estoy de acuerdo con George Soros: si quieres crear mayor crecimiento, no puedes generarlo sólo gastando más dinero público e incrementando el déficit. Necesitas reformas estructurales».

¿Reformas estructurales? ¿Nuevas Constituciones? ¿Regímenes más autoritarios? ¿Tendrá eso algo que ver con la obsesión podemita por abrir un proceso constituyente, liquidando la Transición? ¿Defiende Podemos los eurobonos?: por supuesto, es una de sus principales propuestas económicas.

En definitiva, parece ser que toda esta movida globalista tiene como misión que los países del sur de Europa controlen autoritariamente los movimientos sociales para que se puedan seguir realizando los ajustes necesarios que tranquilicen a Alemania, con el fin de que este país acepte los eurobonos, tan jugosamente rentables para la casta oligárquica globalista.

Desde este punto de vista, ¿es casualidad el viraje hacia la izquierda de los gobiernos del sur de Europa? ¿Es casual la irrupción de Podemos? Esta «primavera periférica» que azota el sur de Europa está diseñada por las instituciones financieras de los oligopolios transnacionales y las fundaciones globalistas injerencistas de siempre, que sobrevuelan los países periféricos del sur como malignos drones inatacables e invisibles, que controlan todo con su ojo de «gran hermano», convirtiéndonos en simples peones en su macabro juego de infiltración y dominación.

Aparentemente, la pretendida radicalidad de los partidos de izquierda constituye una amenaza para los intereses de la oligarquía financiera, pero basta que nos fijemos en el caso de Grecia para que podamos entender qué es lo que busca el gran capital con los movimientos sociales y políticos creados a partir de la indignación ante los recortes: que sean esos partidos de izquierda los que hagan los impopulares ajustes, esos partidos que se proclaman defensores del pueblo, que prometen «rescates ciudadanos» frente al austericidio de la Troika, que quieren acabar con los recortes que han empobrecido a los ciudadanos. En este sentido, Syriza está implementando unos ajustes brutales, siguiendo sumisa y cobardemente los dictados de la Troika, en una proporción mucho mayor que los recortes que había en Grecia antes de su toma del poder. La jugada maestra consiste en que, al ser llevados a cabo por un partido de izquierdas «defensor del pueblo», serán mejor aceptados que si los realizaran los viejos partidos caducos y corruptos de siempre.

Ahora ya pueden imaginar por qué y para qué las élites financieras nacionales -en conexión con los oligopolios globalistas-, han promocionado obsesivamente a través de sus medios de comunicación a esta banda de revolucionarios bolivarianos, simples peones en su «juego de tronos» imperial.

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