Directa y a la cabeza.
La sesión plenaria de control al Gobierno de Isabel Díaz Ayuso en la Asamblea de Madrid iba a venir calentita y a fe que así fue.
Se esperaba el rifirrafe entre la portavoz del PSOE, Mar Espinar, y la presidenta madrileña.
La recadera de Pedro Sánchez volvió a sacar los comodines de siempre, los 7.291 fallecidos en las residencias durante la pandemia, el ático de Chamberí o los porblemas fiscales de Alberto González Amador. Pero en esta ocasión subió la apuesta con el exaagente de la UCO, Juan Vicente Bonilla, acusado falsamente de querer poner una bomba lapa a Pedro Sánchez.
Ayuso no se cortó un pelo y en la primera intervención, tras escuchar el rosario de imputaciones habituales que se marca la portavoz del PSOE, fue contundente:
¿Necesitan algún fontanero más? Es usted la portavoz de la mafia. Ha quedado para eso. Ayer vimos todas las cloacas del Estado representado por una fontanera, que acabó pegándose con comisionistas. Solo faltaban Koldo y Ábalos fumándose un puro detrás.
La dirigente de la Puerta del Sol aseveró que el PSOE está yendo contra todo y contra todos:
Ustedes están atentando contra jueces, contra la Guardia Civil y contra la prensa que investiga presuntas tramas de corrupción que afectan al número uno, al número dos, al tres… los que iban todos juntos en el mismo cochecito.

Arremetió contra Pedro Sánchez y Marlaska acusándoles de esconderse y no dar explicaciones, dejando que «floreros» como Mar Espinar actúen como portavoces sin haber pasado «ni por una urna ni por un congreso».
Aseguró que Espinar está perpetrando un papel que debería de hacer que se le cayera la cara de vergüenza:
A ustedes les ponen aquí para hacer cada día el bochornoso papel de ser la portavoz de la mafia.
Subrayó que todos los escándalos diarios que protagoniza el Ejecutivo sanchista acaban siendo reflejados en los medios de fuera de España:
La prensa extranjera nos abochorna a todos contando el escándalo que supone desde arriba hasta abajo toda la cúpula del Gobierno maniobrando.