Ciudadanos asume su error de que Albert Rivera hiciera una campaña como si fuera el presidente del Gobierno
El vicesecretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas, ha hecho una inusual autocrítica sobre la campaña electoral que él mismo ha dirgido y coordinado. Este 7 de enero 2016 el Comité Ejecutivo del partido ha concluido que aspectos como la «falta de estructura» del partido y una actitud poco crítica con los demás partidos lastraron su campaña para los comicios generales.
Villegas ha admitido que las expectativas que habían generado las encuestas electorales, que llegaron a pronosticar para C’s más de un 20% de los votos cuando faltaban dos semanas para los comicios, finalmente no se cumplieron, ya que el resultado no llegó al 14%.
Pagaron la inexperiencia de su equipo de campaña: Fernando de Páramo, José Manuel Villegas y Fran Hervías, gente sin experiencia ni rodaje en política, diseñaron una estrategia muy cómoda: no asumir riesgos y seducir a su electorado con una imagen de centralidad y responsabilidad.
El listón estaba en 43 escaños, el aval que presentaron ante el Banco Popular para acceder a un crédito de 4 millones de euros que esperan poder devolver en cuanto lleguen a la Cámara baja. Según sus estimaciones, con sólo alcanzar 43 escaños sus ingresos se iban a ver incrementados en 6 millones de euros. Tendrán que apretarse el cinturón.
SIN PROPUESTAS NUEVAS EN CAMPAÑA
Villegas cree que les perjudicó qconvertirse en «el centro de los ataques» de los demás partidos, lo cual le supuso «un desgaste», según el vicesecretario general.
Consideran que deben solucionar la «falta de estructura» de una formación que, por su rápido crecimiento, carece de suficientes «elementos de coordinación entre la estructura territorial y los órganos de dirección del partido», y también creen que necesitan formar mejor los portavoces territoriales, muchos de los cuales tenían «poca experiencia en el ámbito de la política».
«Tenemos que estar todos disciplinadamente detrás de Albert en esta campaña», resumía un dirigente del partido en plena contienda electoral. Al final, ese excesivo protagonismo de Rivera le acabó desgastando. En Cataluña, los carteles electorales llevaban la foto de Rivera y del candidato Juan Carlos Girauta pocas noticias se tuvo en campaña. Resultado: C’s se desinfló el 20-D en Cataluña luego de los excelentes resultados del 27-S.
UNA CAMPAÑA POCO AGRESIVA
En Ciudadanos reconocen que deben «explicar mejor algunos mensajes» para demostrar que tienen «un gran programa económico y social», del que Villegas ha destacado la medida del complemento salarial garantizado, y para ello creen que tendrían que celebrar más actos sectoriales.
Ha señalado que la actitud de los candidatos durante la campaña electoral fue «demasiado institucional» y debería haber tenido «un mayor componente de crítica» tanto al Gobierno de Mariano Rajoy como a las propuestas de los demás partidos. «Hicimos una campaña de presidente más que de aspirante», muy «propositiva».
Una campaña muy poco agresiva. Ese perfil impoluto que quiso mantener Rivera sin bajar al barro ni querer entrar en el cuerpo a cuerpo con el resto de candidatos ha sido uan estrategia suicida para un partido al que las encuestas llegaron a situar por delante del PSOE y Podemos.
El CIS llegó a darle una horquilla de 60-63 escaños. Rivera llegó a ser el mejor valorado rozando el aprobado con un 4,98. Quisieron correr riesgo cero, nadar y guardar la ropa y lo acabaron pagando.
Lo que no consideran un fallo es la decisión de adelantar qué votarían en la investidura del candidato de otro partido, afirmando que no apoyarían al PP ni al PSOE pero aceptarían abstenerse para permitir la gobernabilidad. «Está bien que los votantes de C’s supieran qué íbamos a hacer con su voto», ha resumido.