Con respecto a la Guardia Civil en el País Vasco

El trato que se les viene dando a los guardias civiles y a sus familiares en el País Vasco es indigno de seres humanos. Aunque tal vez convenga aclarar que tengo la sospecha de que la condición humana no es algo que se adquiere por el simple hecho de nacer, sino que es una posibilidad al alcance nuestro. Hay que aprovecharla, claro; quien no lo hace se queda en animal. Con forma humana, eso sí.
Creo que es el momento de hablar de esos simpatizantes de Bildu, Amaiur y similares. Y de esos alcaldes, quizá barbados, que llegan de otros rincones para defender a los asesinos, después haber hecho algo que se puede denominar, de modo muy suave, como payasada, sin importarles que con ello consiguen que se asocie el nombre de España a la irresponsabilidad. Quizá ya esté dicho todo sobre esos.
Cualquiera que lea los artículos de J.M. Ruiz Soroa, dirá que los entiende. No puede ser de otro modo, porque escribe de modo muy claro. Y, sin embargo, los hechos demuestran que no se le entiende. Y si ocurre así no es porque se explique mal, sino porque sus artículos están dirigidos a gente bien. Por ejemplo, el titulado Tricornios y votos, publicado en El Correo, el 19 de los corrientes. Aquellos que han sido vencidos por la desidia, el miedo o la estupidez, no pueden llegar a captar el alcance de lo que dice.
La Guardia Civil ha hecho mucho por los vascos, pero éstos, mayoritariamente, se ponen de parte de quienes quieren hundirlos. A que las cosas sean de este modo han contribuido mucho esos ambiguos, o equidistantes, algunos de los cuales son muy aficionados al púlpito, otros dan idea de que se pasan la vida ante el espejo, peinándose, otros parecen el vivo retrato de satanás, sin que falten los diversos rostros que tiene la traición.
Se dice que hay democracia en un sitio cuando alguien que piensa lo contrario que la mayoría puede transitar tranquilamente por sus calles. Precisamente eso es lo que intenta la Guardia Civil en el País Vasco. Cuando los vascos lo sepan agradecer podrá decirse que viven en democracia.
‘La amante imperfecta’
‘De Laura y otras muertes’
‘Hasta los cuervos picotean las cerezas’
‘La energía después de Fukushima’
‘Limones dulces’
‘Ocurrió en Valencia’
‘Los invitados de la princesa’
‘La vida y la poesía de Gustavo Adolfo Bécquer contada a los niños’

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Vicente Torres

Vicente Torres es Coautor de '1978. El año en que España cambió de piel' y autor de 'Valencia, su Mercado Central y otras debilidades' y 'Yo estoy loco', 'Diario de un escritor naíf', 'El Parotet y otros asuntos' y '2016. Año bisiesto'. He participado en los libros 'Tus colores son los míos', 'Enrique Senís-Oliver' y 'Palabras para Ashraf'.

Lo más leído