El principal afectado por esta huelga no ha sido el Gobierno, sino los ciudadanos, que tuvieron que presenciar el auténtico caos sembrado por los sindicatos y los sectores agitados por sus mensajes
Al fin ha pasado la tan anunciada huelga general anunciada por los sindicatos desde hace meses, y que a pesar de que éstos señalan que fue secundada por un 80% de los trabajadores en Galicia en realidad fue ignorada por la mayor parte de los gallegos.
Desde la Confederación de Empresarios de Galicia indican que tan solo un 25% de los trabajadores apoyaron la movilización, si bien el porcentaje de ciudadanos que no pudieron desempeñar sus labores fue mayor debido a la violencia empleada por los piquetes, que coaacionaron con amenazas las industrias y comercios.
El principal afectado por esta huelga no ha sido el Gobierno, sino los ciudadanos, que tuvieron que presenciar el auténtico caos sembrado por los sindicatos y los sectores agitados por sus mensajes.
PÁNICO EN LAS CIUDADES GALLEGAS
En Vigo, no contentos con paralizar la actividad de Citroen -el principal motor económico de la ciudad- y de los astilleros y el conjunto de la zona portuaria, grupos radicales lanzaron cócteles molotov contra El Corte Inglés, el área de comercios de Gran Vía, y una ETT situada en la avenida Camelias. Además, prendieron fuego a contenedores y neumáticos, destrozaron mobiliario urbano y ‘decoraron’ varias fachadas con pintadas de protesta.
Estos actos vandálicos no se produjeron solo en Vigo, sino en general en todas las grandes ciudades.
Los artefactos explosivos también fueron utilizados en Orense en la céntrica calle del Paseo, generando un estado de pánico entre los ciudadanos.
Pero, sin duda, el mayor susto se los llevaron los trabajadores de la sede del Instituto Nacional de la Seguridad Social en Lugo, que fueron desalojados ante una amenaza de bomba que, afortunadamente, se quedó en una falsa alarma.
En Ferrol, al igual que en Vigo, uno de los sectores más perjudicados fue el naval. Un piquete formado por miembros de los tres sindicatos (CC.OO., UGT y CIG) se situó a primera hora de la mañana en las puertas de Navantia, impidiendo que los trabajadores pudieran acceder a sus instalaciones durante toda la jornada.
Quienes tampoco pudieron desempeñar sus tareas en esta ciudad, por primera vez en una huelga general, fueron los empleados de Alcampo, quienes se vieron coaacionados por las amenazas de los piquetes.
En La Coruña el puerto permaneció completamente cerrado durante todo el día y los accesos a los polígonos industriales -al igual que en las otras grandes ciudades- se hicieron casi imposibles por la movilización de piquetes y las grandes retenciones de tráfico generadas por los protestantes.
LOS CIUDADANOS, LOS GRANDES PERJUDICADOS
Mobiliario destrozado, fachadas pintadas, polígonos industriales inaccesibles, comercios obligados a cerrar, atascos interminables y explosivos en zonas clave de la geografía gallega fueron los resultados de esta huelga que los sindicatos califican como ‘un gran éxito’ .
Aunque los agitadores pretenden vender la movilización como un ‘ataque’ al Gobierno la realidad es que ésta tan solo ha perjudicado a los miles de personas que pretendian llevar a cabo su jornada laboral con normalidad, conscientes de que la paralización por una huelga que llega demasiado tarde -y que los sindicatos, haciendo uso de la violencia, les obligan a ‘secundar’- tan solo sirve para incrementar las pérdidas en sus negocios.
COMUNICACIÓN
La acción de los piquetes sindicales impidió la salida de los camiones de distribución del Faro de Vigo y de La Opinión de A Coruña, ambos de Editorial Prensa Ibérica. Xornal de Galicia tampoco llegó a los lectores al imprimirse en esta misma rotativa.
Las dos cabeceras de Prensa Ibérica colocaron avisos en sus webs pidiendo disculpas por su «obligada incomparecencia en el mercado» debido a que «la actuación de los piquetes hizo inviable la distribución».
Por su parte, Xornal de Galicia colgó en internet el número completo del periódico que tenía pensado sacar a la calle, que se adjunta en papel a la edición del jueves por el precio de un solo diario.
La TVG y la Radio Galega retransmitiron casi con total normalidad, presentando tan solo ligeros cambios en su programación prevista, como la supresión de ‘A Revista’ y ‘Zona Champions’.
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