El alcalde está utilizando a las personas despedidas a su antojo, creando expectativas laborales falsas y por encima de sus posibilidades legales
El alcalde socialista de Valdepeñas no deja de meterse en problemas. Jesús Martín ha sido ahora acusado de intentar confundir a la opinión pública a la hora de justificar el reciente despido de 41 trabajadores eventuales del Ayuntamiento de Ciudad del Vino.
Según el responsable local del área de Economía de Izquierda Unida, José López Toledo, todo este asunto está rodeado de «trolas, inoperancia, desmadres, aleatoriedad y falta de informes competentes».
Recordemos que el aliado socialista de Barreda y alcalde del municipio ciudadrealeño pudo haber incurrido en un delito de cohecho pasivo al renovar los contratos de estos 41 trabajadores durante 24 meses en un período de 30, hecho por el que el Ayuntamiento de Valdepeñas decidió no volver a renovar a los trabajadores municipales
Miciudadreal.es cuenta otro capítulo de la escabrosa historia de los famosos despidos del socialista Martín. Para IU, A juicio de IU, el alcalde omitió además «el único informe vinculante, que sería el del Secretario de la Corporación».
Es inadmisible que el alcalde de Valdepeñas haga acopio y causa de un informe del asesor jurídico, figura no identificada en nóminas de este ayuntamiento, al que él identifica como señor Delgado que, como es presumible, se tratará del actual gerente de Urbanismo, Delgado Merlo, que sí figura en nómina como cargo de confianza y que en la situación actual carece de labor por la escasa actividad urbanística
El polémico alcalde de Valdepeñas también fue protagonista recientemente de otra escabrosa polémica, ya que el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha admitió a trámite en noviembre una querella contra Martín y el diputado regional Felipe Rodríguez, por un presunto delito de prevaricación respecto al proceso de selección de una plaza de arqueólogo municipal por concurso oposición.
La querella fue presentada por el arqueólogo Luis Benítez de Lugo que concurrió al proceso selectivo que tuvo lugar en abril de 2006 y también afecta a otras personas que formaron parte del tribunal.
Tras este nuevo escándalo, López Toledo advierte a Jesús Martín de que «las normas, protocolos, leyes y demás legislación vigente no admiten interpretaciones de acuerdo a los intereses de éste o cualquier otro contratador».
Igual de inadmisible es que justifique el despido de estos trabajadores como consecuencia directa del cumplimiento de la nueva Ley de la Reforma Laboral, cuando tanto Zapatero como el mismo prólogo de la Ley, son los que nos dicen que ésta se hace para todo lo contrario: la creación de empleo en España
Los puestos del personal laboral temporal se pueden utilizar en contrataciones con una finalidad temporal claramente prevista, y por lo tanto no pueden eternizarse, dado que si pasara el plazo de renovaciones establecido en la ley, se convertirían, por imperativo de ésta, en personal laboral indefinido.
