La impresión 3D, también conocida como fabricación por adición, es un proceso por el que se crean objetos físicos mediante la colocación de materiales en capas según un modelo digital.
Esta tecnología se puede utilizar para crear objetos a partir de prototipos. Desde piezas sencillas a productos finales de un nivel técnico muy elevado, como piezas de avión, implantes médicos y hasta órganos humanos artificiales que se crean con capas de células humanas.
Tras las terribles consecuencias del coronavirus en el mundo, se han puesto en marcha iniciativas utilizando las técnicas de impresión en 3D en la fabricación de componentes de protección individual como mascarillas, pantallas protectoras y respiradores.
De esta manera, ante la enorme demanda de material sanitario, ciudadanos y compañías han decidido aportar su grano de arena empleando esta tecnología para fabricar ciertos equipos de protección.
En España, esta idea se extendió por Telegram. Cualquier personas con capacidad de confeccionar viseras o cualquier otro material que sirva para proteger a quienes están en primera línea de la batalla contra el virus, se podían sumar a esta gran iniciativa de solidaridad.
No todos los voluntarios se dedican a fabricar material con su impresora 3D, pero colaboran en el transporte y otras necesidades.
Cada nodo cuenta con un espacio físico en el que se limpia el material siguiendo un protocolo estricto y se prepara para su distribución en centros hospitalarios y otros servicios municipales (residencias, servicios de atención domiciliaria, oenegés, etcétera).
Solidaridad Andaluza
A través de Telegram, las personas se han dividido por comunidades y provincias. Todo aquel que disponga de una impresora 3D o quiera aportar ideas al diseño, ha sido bienvenido a formar parte de esta iniciativa.
Vecinos de Andújar en la provincia de Jaén, Andalucía, se han unido también a la fabricación de material de protección.
Uno de estos vecinos es Dany Carrero, fabricante de equipamiento en 3D. Ha explicado que a través de Telegram se dan las instrucciones, diseños y todo lo necesario para la fabricación e impresión.
De momento, son más de 4.000 viseras y 2.000 tensores que han fabricado y entregado, maratónicamente, este solidario grupo que en un comienzo arrancó con solo 5 personas y que ahora suma 25.
En el caso de las viseras de protección, Carrero explica que este equipo que están fabricando en 3D, consta de tres piezas importantes. La parte superior va impresa, la de al frente es de acetato y posee una goma para el soporte.
El equipo de Andújar esta totalmente organizado. “Como no podemos salir de casa tenemos un medio de comunicación de logística entre nosotros a través de Protección Civil”, ha señalado Carrero, añadiendo que por medio de este sistema se facilitan e intercambian material entre todo el equipo.
¿Cómo funcionan las impresoras 3D?
Las impresoras 3D son dispositivos capaces de generar cuerpos físicos sólidos tridimensionales mediante la adición, capa a capa, de un material generalmente plástico ABS.
Es decir, permite crear sin la necesidad de utilizar cualquier tipo de molde, un objeto que luego podremos tomar en las manos.
Cada impresora 3D construye las piezas según el mismo principio: un modelo digital (llamado archivo 3D o modelo 3D) se transforma en un objeto físico tridimensional añadiendo una capa de material a la vez. De aquí procede el término alternativo fabricación aditiva, en particular.
La impresión en 3D es una manera diferente de producir piezas que, normalmente se fabrican a través de las tecnologías tradicionales de fabricación sustractiva (mecanizado CNC) o formativa (moldeo por inyección).
En la impresión 3D, no se necesitan herramientas especiales (por ejemplo, una herramienta de corte con una geometría determinada o un molde). En su lugar, la pieza se fabrica directamente en la plataforma construida capa por capa, lo que da lugar a un conjunto único de ventajas y limitaciones.
Los materiales disponibles también varían dependiendo del proceso. Los plásticos son, los más comunes, pero los metales también se pueden imprimir en 3D.
Las piezas producidas también pueden tener una amplia gama de propiedades físicas específicas, desde objetos ópticamente transparentes hasta objetos gomosos.
Dependiendo del tamaño de la pieza y del tipo de impresora 3D, el proceso de impresión suele durar entre 4 y 18 horas. Sin embargo, las piezas impresas en 3D rara vez están listas para su uso fuera de la máquina. A menudo requieren un tratamiento posterior para alcanzar el nivel deseado de acabado de la superficie. Estos pasos requieren más tiempo y esfuerzo (generalmente manual).
La impresión en 3D ha encontrado ahora funciones muy específicas en el mundo de la fabricación. Las expectativas infladas de años anteriores han dado paso a un aumento de la productividad. Muchos aspectos de la tecnología son ahora comunes y adoptados tanto por profesionales como por aficionados.
