Para millones de personas en el mundo, las redes WiFi se han convertido en parte indispensables de nuestro día a día. Han evolucionado y nos facilitan la vida.
Pero, como todo, también tiene sus puntos débiles y podemos exponernos a ciertos riesgos y peligros que hay que tratar de evitar.
Existen diferentes tipos de conexión WiFi que se encuentran estandarizadas y por las cuales se rigen tanto los proveedores de routers como las empresas fabricantes de dispositivos WiFi tales como tablets, notebooks o teléfonos.
En el caso de nuestros hogares, dado que el router emite la señal WiFi a todas partes de un espacio determinado esta radiación electromagnética termina propagándose muros afuera; suponiendo una tentación para cualquiera que tenga un ordenador y las herramientas apropiadas.
A este respecto, debemos tomar muy en serio el tema de la seguridad.
Debemos tener claro que la seguridad de la red doméstica es mucho más que una contraseña para la WiFi de tu casa.
A través de esta red, se exponen diferentes tipos de datos personales e importantes como identidades y/o contraseñas.
La llegada del WiFi ha derivado en un ramillete de nuevas oportunidades para los cibercriminales, por esta razón la seguridad de estas redes es una de las primeras medidas a tomar en cuenta para tratar de mitigar o anular los daños que puedan provocar los hackers.
Asegura tu router
El router de nuestro hogar generalmente tiene muchos dispositivos conectados y es el dispositivo el catalizador de la transmisión de datos entre la red doméstica e Internet.
Es importante que establezcas una única contraseña para tu cuenta de administrador de WiFi y del router: Evita dejar las contraseñas predeterminadas de fábrica de WiFi y de administrador.
Los ciberdelincuentes tratan de colarse siempre en nuestros dispositivos utilizando estas credenciales de conocimiento público.
Es recomendable cambiar de manera periódica la contraseña de nuestro router.
Desactiva el WPS
Los routers, incluso los de operadora, suelen venir ya sin el WPS activado, pero tienes que asegurarte.
El WPS, o configuración segura de WiFi, abre un agujero en tu seguridad por el que entrará cualquiera con las herramientas adecuadas.
Mantenlo desconectado siempre o, como máximo, actívalo los segundos justos para añadir un nuevo dispositivo a tu red.
Mantén actualizado el firmware
El firmware de un router sirve como código de control indispensable incorporado en un dispositivo de red.
A su vez, establece el estándar de seguridad básico de la red doméstica, determinando qué dispositivos pueden y no pueden conectarse.
Por esta razón, es importante mantener activada la función de actualización automática del router que permitirá reparar las vulnerabilidades de la red recientemente expuestas.
Modifica los valores por defecto
Es recomendable cambiar los valores como el nombre de usuario, las contraseñas y los valores internos de la red al empezar a instalar la red.
Usar una contraseña fuerte de al menos 10 caracteres alfanuméricos, con mezcla de mayúsculas y minúsculas y caracteres especiales es de ayuda.
También debes actualizar el host name, que ayuda a hacer de tu red algo único.
Crea una red de invitados
Hoy en día, es muy común que cuando alguien llega a nuestra casa nos pida la contraseña de la WiFi.
La solución más segura de compartir nuestra contraseña es crear una red domestica de invitados que permitirá conectarse una red alternativa en la que no tendrán acceso a nuestros datos y evitaremos que éstos puedan ser vulnerados.
Una red de invitados está bastante aislada de la red LAN de la casa.
De esta manera, los visitantes obtienen acceso a Internet sin la posibilidad de entrar en tus datos privados.
Se puede ir un paso más allá ocultando el SSID de tu WiFi doméstica, conectando sólo dispositivos de confianza a tu red de casa.
