Inventores y caraduras

Este es Thomas Bromley, el inventor que perdió millones por no patentar un reloj digital que luego ‘copiaron’ los japoneses

Este es Thomas Bromley, el inventor que perdió millones por no patentar un reloj digital que luego 'copiaron' los japoneses
Thomas Bromley. YT

Josef Pallweber, un fabricante de relojes suizo, nacido en Salzburgo, Austria, creó y fabricó un modelo de reloj mecánico-digital en 1956.

La primera patente para un reloj digital se llevó a cabo en los Estados Unidos por D.E Protzmann and others el 23 de octubre de 1956.

Según wp, esta patente describe un reloj despertador digital.

D.E Protzmann también patentó otro reloj digital en 1970, que llegó a utilizar una cantidad mínima de piezas móviles. (Reloj antiviolación ‘Made in India’).

En 1970, el primer reloj de pulsera digital con pantalla de LED fue fabricado en masa, producido por Hamilton Watch Company, este reloj fue hecho en alusión a los dos años anteriores, cuando la misma empresa creó un reloj prototipo digital para la película 2001: Una odisea del espacio (1968) de Stanley Kubrick. (Así roban estos ladrones un reloj de 40.000 euros a plena luz del día en Barcelona).

A lo largo de la década de 1970, a pesar de su reciente inicio, se produjo un fuerte desarrollo de los relojes digitales, la popularidad de dichos dispositivos aumentó de manera constante con los años.

El nombre de Thomas Bromley es apenas conocido y sus inventos han quedado en el olvido.

Pero Bromley, un ingeniero e inventor aficionado británico, diseñó en su cobertizo de Hull, en el norte de Inglaterra, uno de los primeros relojes digitales del mundo, según BBC News Mundo.

Su modelo, creado en 1961, fue vendido este fin de semana en una subasta.

El diseño nunca se reprodujo, pero, de acuerdo con varios historiadores, el reloj eléctrico Digitron que diseñó fue la base «idéntica» para los modelos posteriores que todavía se comercializan en el mundo.

El olvido de su modelo se debió, básica y tristemente, a una cuestión de dinero.

Cuando creó el Digitron, Bromley lo patentó por tres años, pero, pasado ese tiempo, optó por no renovarla, porque le habría salido demasiado caro.

Aunque había recibido un premio en el Salon des Inventors (Salón de los inventores) de Bruselas, al parecer, no tenía mucha fe en el futuro de su reloj.

Su idea, no obstante, fue expuesta ante otros miles de inventores.

Un año después de que se agotara la patente, los japoneses comenzaron a fabricar «un relojprácticamente idéntico y lo vendieron en muchos miles de dólares», cuenta John Hawley, el subastador de la pieza.

«Si Bromley hubiera renovado la patente de su prototipo hubiera sido multimillonario», afirma.

David, el hijo de Bromley, recuerda que el inventor recibió una orden comercial para «hacer 20 en Navidad, pero no tenía la facilidad para comenzar a fabricarlos».

Recordó que su padre estaba «siempre en su cobertizo» y que era «un ingeniero eléctrico de día e inventor de noche».

«Salía a las nueve o diez de la noche. Estaba como un profesor loco allí. Tenía todo tipo de equipos y aparatos. Esa era su vida», sostuvo.

Bromley, quien murió en 1990, también inventó cortinas que se cerraban automáticamente cuando se ponía el sol.

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