¿Qué oculta realmente el 'darknet', la famosa red oscura?

Cómo comprar un esclavo o contratar a un asesino por Internet sin que se entere el vecino

'The Onion Router' es una red anónima que oculta las direcciones IP de sus usuarios

Cómo comprar un esclavo o contratar a un asesino por Internet sin que se entere el vecino
DARKNET Captura

La red no se ha convertido en la zona de libertad con la que soñaban muchos sino en un lugar que puede interesar solo a la gente que vende o compra artículos ilegales

Darknet’, la red oscura, esconde cosas que nadie se imagina. Se trata de un segmento oculto de Internet inaccesible al usuario común donde las personas comparten artículos o servicios ilegales que en la vida cotidiana pueden conducir a castigos penales: drogas, armas, esclavos, documentos falsos o pornografía infantil.

Uno de los ejemplos del ‘darknet’ es el famoso proyecto Tor (‘The Onion Router’, en inglés), una red anónima que oculta las direcciones IP de sus usuarios y, además, mantiene la integridad y el secreto de la información que viaja a través de ella.

Las autoridades están tan preocupadas por el desarrollo de este tipo de proyectos que el FBI, por ejemplo, trató de ‘hackear’ para revelar la identidad de sus usuarios.

DATOS

Según da cuenta ‘RT’, un periodista del portal ruso ‘Furfur‘ ha logrado entrar en ‘darknet’ y revelar datos. Algunos proyectos de la red ya son famosos como, por ejemplo, las tiendas online de armas: lo evidencian los artículos, descripciones, fotos, comentarios de clientes satisfechos. Lo mismo pasa con las drogas, asegura el portal.

¿Por qué las autoridades no cierran este negocio?, se pregunta el artículo. «Igual porque eso no pasa en el mundo real. No se trata de corrupción. Es mejor solamente controlar a los pequeños comerciantes de este tipo y esperar que aparezca algún comprador grande para revelarlo», asevera Dimitry Khomak, uno de los fundadores del portal ruso Lukmore.

Sin embargo, en el ‘darknet’ no se pueden encontrar documentos secretos de los servicios de inteligencia o informes de experimentación humana.

La red no se ha convertido en la zona de libertad con la que soñaban muchos sino en un lugar que puede interesar solo a la gente que vende o compra artículos ilegales.

Se asegura que hasta es posible en ella adquirir esclavos, órganos humanos o el servicio de ‘killers’, aunque el autor del artículo no ha logrado comprobar la existencia de tal ‘oferta’.

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