Belén Esteban tenía que acudir el pasado jueves al Juzgado de lo Penal número 3 de Alcalá de Henares para asistir a un juicio que lleva pendiente desde hace seis años, con la causa abierta desde el 2014, por unas presuntas grabaciones que se hicieron cuando la colaboradora de ‘Sálvame’ y su entonces marido Fran Álvarez convivían juntos.
Allí se tuvo que ver las caras con Toño Sanchis, que acudía como testido y que en la época de la demanda era su representante, y con su exmarido Fran.
También tenían que asistir como testigos otros compañeros como María Patiño, Kiko Hernández -quien parece tenía que aportar pruebas importantes sobre el tema a juzgar- y Kiko Matamoros.
Si bien la presentadora de ‘Socialité’ se presentó debidamente a la hora que estaba citada, no ocurrió lo mismo con los Kikos, quienes no acudieron a la cita.
Matamoros, según ha declarado a la revista Semana, había pasado mala noche y se quedó dormido olvidándose de la cita judicial, a la vez que comentaba a la publicación antes referenciada con la rotundidad que le caracteriza “La verdad es que me importa un carajo si le ha molestado” y Hernández llegó tarde argumentando que el coche se le había estropeado, no dejándole el juez declarar y dando el juicio por no celebrado, aplazándose hasta el 5 de junio del 2019.