El sábado 2 de julio de 201,1 acudió a ‘La Noria’ Jaime Bores, otro ejemplo más de ‘juguete roto’ de la televisión. El que fuese uno de los rostros más populares de la pequeña pantalla en los años 90 gracias a programas como ‘Digan lo que Digan’ o ‘Madrid Directo’, vive ahora una etapa de olvido profesional y de desesperación.
Tras ser azafato y redactor de ‘Lo que necesitas es amor’ (Antena3), Jaime Bores (San Sebastián 1968) saltó a la fama como reportero de España Directo (Telemadrid) desde 1993 a 1997. Su consagración llegó con ‘Digan lo que digan’, un talk-show diario que alcanzó gran éxito en TVE.
En el año 2000, Bores presentó la gala de ‘Miss España’ y protagonizó un bochornoso momento al confundir a la ganadora, leyendo la lista de las elegidas finales al revés. Fue por estas fechas cuando el presentador decidió tomarse su primer descanso televisivo.
El presentador. en referencia a sus dos largos periodos alejado de las cámaras, dijo:
Lo mío no era una retirada definitiva, porque la vida da muchas vueltas, qué se yo lo que iba a pasar. Era una retirada puntual. Necesitaba un tiempo y lo cumplí, corriendo el riesgo de que luego igual quieres volver y te han ocupado la silla».
Jaime Bores acudió al magacine de Telecino ‘La Noria’ para hablar de su ‘mal lograda’ trayectoria mediática. Media década después de su primera retirada, el presentador volvió con un gran proyecto a Antena3. Fue prácticamente el último en el que le vimos.
Antena3 se puso en contacto conmigo y me ofreció hacer ‘La granja’. Me apeteció que Terelu fuese la presentadora, y me apeteció que fuese el momento para volver a la tele. Luego pasaron otros programas y me volvió a dar el jamacuco.
Confesó Bores, tras lo que añadió:
La televisión me encanta. No puedo olvidarme de la televisión porque no he vuelto a hacer nada en mi vida que me haya producido tal pasión.
No creo que la televisión haya cambiado tantísimo. Yo era, en aquel momento, el rey de la telebasura. Mi nombre llegó a estar en el Congreso de los Diputados, se planteaba cómo un programa como el mío estaba en la televisión pública. Y yo atónito.
Pero ¿Qué fue de Jaime Bores? ¿Por qué se marchó y de qué vive ahora? El que fue denominada como el ‘yerno prefecto’ en los 90 confesó:
En 2005, me marché a Argentina movido por la necesidad de un cambio de vida. Siempre tuve la idea de marcharme fuera, vivir una experiencia de ese tipo. Después de la etapa de Antena3 me pareció que era el momento de marcharme. Surgió la oportunidad de poner en marcha un proyecto de alquiler de apartamentos para turistas, pero no fue bien. Tal y como está la cosa no me voy a quejar, pero tuve mis errores. Yo, mucho dinero no he llegado a ganar en televisión, aunque supe administrarlo.
Me pregunto muchas veces si sería el momento de volver a televisión. Por otra parte, me llegan propuestas del extranjero de abrir un restaurante en el Caribe… Todo esto también cansa. Tengo la sensación de ir dando tumbos, no consigo focalizar, vivo disperso. Ahora me dedico a pasear a mis perros. Estoy en un momento de mi vida en el que quiero ponerme en paz con todo el mundo.
En un momento de la entrevista, Jordi González le recordó a su invitado unas recientes declaraciones del presentador Edu Yanes (sustituto de Jaime Cantizano en ‘DEC’ durante las vacaciones) en las que decía que Bores había sido «la peor persona» con la que había trabajado en su vida. A este respecto el ex de ‘Digan lo que digan’ quiso sincerarse:
Voy a dejar algo muy claro. Cuando me invitasteis a venir pensé mucho en qué iba a decir y quiero pedir disculpas. El mundo de la televisión, cuando yo vivía aquellos episodios en los que yo tenía tantísimo estrés, sin lugar a dudas, soy consciente que no fui justo con muchas personas. Sentía una gran responsabilidad, me sentía muy expuesto y tuve tendencia a apretar la máquina más de lo debido y a ser terriblemente exigente con la gente que trabajaba conmigo en la redacción, sin ser lo suficientemente consciente que ni cobraban lo que cobraba yo ni era su programa. En la tele es fácil caer en una semiesclavitud. La gente de redacción entra por la mañana y muchas veces salen a las 11 de la noche. A mí me gusta mezclarme con muy equipo, pero sé que presioné mucho, exigí mucho y no estuve a la altura en muchos momentos de lo que se esperaba de mí. Desde aquí pido disculpas.