Decíamos ayer…
Esas fueron las primeras palabras que fray Luis de León dirigió a sus alumnos al reanudar sus clases en la universidad de Salamanca, tras cinco años de prisión en las cárceles de Valladolid acusado por la Inquisición como sospechoso en materia de fe. Las envidias y rencillas entre órdenes y las denuncias del catedrático de griego