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Recientemente, un grupo de científicos de la Universidad de Glasgow (Escocia) ha llevado a cabo un controvertido experimento paranconfirmar una antigua teoría sobre cómo una civilización alienígena podría usar un agujero negro para generar energía.
Esta institución ha explicado, a través de un comunicado, que en 1969, el físico británico Roger Penrose abrió el debate en el que sugirió que la energía podría generarse bajando un objeto a la ergoesfera (la región exterior) de un agujero negro, donde el cuerpo tendría que moverse más rápido que la velocidad de la luz para permanecer inmóvil.
Pero, ¿de qué se trataba esta teoría?
Penrose, predijo que el objeto podría adquirir una energía negativa en esta área inusual del espacio. Para lograr esto, sería necesario que al soltar el cuerpo se divida en dos partes para que una mitad caiga en el agujero negro mientras la otra es recuperada.
De esta manera, la acción de retroceso serviría para medir la pérdida de energía negativa y la mitad recuperada ganaría energía extraída de la rotación del agujero negro.
no obstante, el físico explicó que el desafío de ingeniería era tan grande que solo una civilización muy avanzada, tal vez alienígena, podría llevar a cabo esta tarea.
Cómo se podría comprobar la teoría del agujero negro desde la Tierra
El físico soviético Yakov Zeldovich consideró que la teoría expuesta por Roger Penrose podría ser probada con un experimento práctico en nuestro planeta.
Es así como planteó que ondas de luz ‘retorcidas’, que golpeen la superficie de un cilindro de metal en rotación y que terminarían siendo reflejadas con energía adicional extraída de la rotación del cilindro.
Sin embargo, la propuesta de Zeldovich requería de un cilindro de metal que pueda rotar al menos mil millones de veces por segundo, una característica todavía imposible para los límites actuales de la ingeniería humana.
Mientras, los investigadores de Glasgow «finalmente han encontrado una forma de demostrar experimentalmente el efecto que propusieron Penrose y Zeldovich al ‘retorcer’ el sonido en lugar de la luz, una fuente de frecuencia mucho más baja y, por lo tanto, mucho más práctica para demostrar en el laboratorio», reza el texto del comunicado.