(PD).- El año 2011 es la fecha límite para que Europa adopte una medida que ya está vigente en otros países como Canadá, Australia y EEUU. Y es que a partir de ese año los pitillos se apagarán por cuenta propia, sin que nadie tenga que preocuparse de provocar un incendio o contaminar el medio ambiente.
La norma pretende que la insdustria tabacalera ingenie un nuevo procedimiento que permita dotar a los cigarrillos de «inteligencia» y saber cuándo deben apagarse después de que el fumador ya lo haya consumido. Este curioso objetivo evitaría alrededor de 11.000 incendios al año y la muerte de 500 personas, según datos de la Comisión Europea.
Y que los fumadores no se alerten. El precio del tabaco no variará, ya que el impacto sobre el coste de producción será mínimo.