El tabaco mata, seguirá matando… y dando beneficios

(PD).- Un informe elaborado por el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos ha puesto sobre el tapete las distintas formas y métodos empleados por las partes interesadas: multinacionales, medios de comunicación, para que el tabaco siga campando por sus respetos y sobre todo para que su consumo siga incidiendo sobre la parte más débil, más frágil, y por lo tanto también más a tener en cuenta de cara al negocio: es decir, los niños, adolescentes, jóvenes, clientes potenciales, que una vez metidos en la necesidad de fumar, vía nicotina, lo harán durante toda su vida.

Afirma Conrado Granado, autor del libro Todo sobre el tabaco, que resulta curioso que mientras la sociedad se preocupa por las muertes producidas por los accidentes de tráfico, de motos, laborales, o drogas como el alcohol, la cocaína u otras, se le preste en cambio poca o nula atención a una de las drogas más peligrosa, y la que más muertes causa al cabo del año, más que todos los otros capítulos juntos: el tabaco, una droga que mata anualmente en España a entre 55.000 y 60.000 personas, muertes que pasan inadvertidas, como si no existieran, tanto para la sociedad como para los medios de comunicación, para los que pareciera que este capítulo, el de la muerte por tabaquismo, no tuviera la más mínima importancia.

Pero los datos están ahí, a flor de piel, a ras de hospital, a pie de tumba. La Organización Mundial de la Salud (OMS), a la que pertenecen 192 países, entre ellos España, ya reconoció a principios de los años setenta al tabaco como una droga, y además de las más duras y peligrosas.

Claro que es difícil hacer frente a las multinacionales del ramo, las cuales tienen más poder y dinero que Estados enteros, que pasan por ser auténticos “estados” paralelos dentro de los países, y cuyo poder, vía publicidad, de influencia, intereses, es omnipotente y omnipresente.

Baste decir por ejemplo que hace años los medios de comunicación alemanes consiguieron retrasar algunas Directivas de la Unión Europea sobre la inserción de publicidad del tabaco. Y todo, porque la ausencia de dicha publicidad les suponía una pérdida de 50 millones de euros… Las compañías tabaqueras son conscientes de que los medios de comunicación han sido por lo general aliados vía publicidad a la hora de crear y conservar el hábito de fumar, empezando por los jóvenes. Afortunadamente, la Unión Europea ha prohibido la publicidad sobre el tabaco en dichos medios, pero el camino ha sido largo, y aún queda mucho camino por recorrer.

Los niños, jóvenes y adolescentes son un auténtico filón, un chollo a la hora de calcular los inmensos beneficios obtenidos a través del tabaco: seres indefensos, que comienzan a fumar a los 14, 15 años, y cuando se quieran dar cuenta quedarán atrapados, vía nicotina y de las otras cientos de sustancias que contiene el cigarro, de por vida.

Por eso lo importante es “captarlos” para el consumo desde una edad temprana, cuando todavía no tienen formadas las defensas. Después, y es triste decirlo, cuando es posible que la muerte llame a los pulmones, bronquios, garganta, de muchos de ellos, ya curtidos, será demasiado tarde… pero poco importa, porque una nueva legión de jóvenes estará esperando para ocupar su lugar. Y el ciclo continuará con una nueva hornada…

Frente a este lamentable panorama, una nota de la Campaña para Niños Libres de Tabaco, a través de la investigación titulada “El rol de los medios respecto de la promoción y reducción del consumo de tabaco”, resalta la importancia de la prensa en la educación y sensibilización sobre las consecuencias mortales del consumo de tabaco.

Según la OMS, el consumo de tabaco mató a 100 millones de personas en el mundo en el pasado Siglo XX. De ellos, unos tres millones fallecieron en la Unión Europea, de los cuales entre 55.000 y 60.000 lo fueron en España. Son cifras escalofriantes, palabras terribles, pero no menos ciertas. Y sin embargo, apenas se le presta atención en los medios de comunicación… y sabido es que lo que no se publicita en esta sociedad globalizada de nuestros días parece como si no existiera… Pero existe, y si la tendencia en el consumo de tabaco continúa, las estimaciones de la Organización Mundial de la Salud aseguran que en el presente Siglo XXI morirán unos 1.000 millones de personas en el planeta por el consumo de dicha droga. Como siempre, los más pobres (africanos, asiáticos y otros) son los que llevarán la peor parte, al tener menos defensas en cuanto a leyes para frenar el consumo se refiere, y ser además un terreno donde las multinacionales gozan de mayor libertad…

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