Incontinencia urinaria, dolores pélvicos, disfunciones sexuales… Mientras el planeta se recupera del exceso de información ofrecido por Khloé Kardashian sobre sus trucos de belleza genital (en serio, Khloé, bastante tenemos con desmaquillarnos cada día, como para incorporar a la rutina una mascarilla en nuestra zona más íntima), algunas de sus propuestas han servido para que sus fans descubran la importancia del fitness vaginal para la salud. ¿La razón para preocuparse? La incontinencia urinaria afecta a 400 millones de personas en todo el mundo y a una de cada cuatro mujeres a partir de los 35 años. La buena noticia es que tiene solución, ya que la rehabilitación mediante fisioterapia del suelo pélvico puede mejorar en un 70 por ciento de los casos. Y que nadie se descuelgue diciendo que ya no tiene edad para practicarlo porque nunca es tarde para aprender algunos de estos métodos.
Ejercicios de Kegel
• ¿Qué son? Consisten en contraer los músculos del suelo pélvico hacia arriba y hacia adentro durante unos segundos de forma voluntaria para fortalecer y tonificar la musculatura pélvica. Fueron ideados por el doctor Arnold Kegel en la década de los 40 para prevenir la incontinencia urinaria, sobre todo después del parto. Con el tiempo se ha descubierto que también pueden mejorar la función de sostén de las vísceras y aumentar el placer sexual, según recoge elconfidencial.
• ¿Qué contraindicaciones tienen? No están indicados en los casos de exceso de tono de esta musculatura, como podrían ser las mujeres que sufren vaginismo y algunas dispareunias (dolor durante las relaciones sexuales).
• Manual de uso. Ejercitar unos músculos que ni siquiera sabes que están ahí, es difícil, pero no imposible. El primer paso es saber identificarlos. ¿Cómo? Pues la manera más sencilla consiste en detener el flujo de la orina cuando vas al baño. Sin embargo, este método es solo para encontrar el lugar donde se ejerce la presión. Jamás debes realizar ejercicios de Kegel mientras estás comulgando con la naturaleza puesto que puedes conseguir el efecto contrario y debilitar la zona. Apretar esos músculos (cuando ya no estés en el baño) durante 5 segundos y relajarlos durante 10 puede ser una buena forma de empezar a ejercitarlos.