Ahora hay espacios comunes como los vestuarios de piscinas y de gimnasios donde las mujeres pueden compararse y observar que un sexo que cuelga no es ni habitual ni hermoso
Pocas lo confesarán, pero cuidarse el sexo está cada vez más de moda entre las mujeres. No sólo se estiran el rostro, ahora, el hábito de mantenerse joven y radiante con los genitales, triunfa en los quirófanos.
Aumenta de forma constante la demanda, por parte de mujeres de todas las edades, de una cirugía íntima encaminada a modelar su sexo. La mayor parte de estas intervenciones se practica con anestesia local sin ingreso.
UN SEXO QUE CUELGA NO ES HERMOSO
La cirugía íntima de la mujer, que históricamente ha sido la práctica estética más infravalorada, ha recuperado en los últimos meses protagonismo en los quirófanos de las clínicas de los cirujanos plásticos. Y está en boga, precisamente, porque ahora hay espacios comunes como los vestuarios de piscinas y de gimnasios donde las mujeres pueden compararse y observar que un sexo que cuelga no es ni habitual ni hermoso, según recoge La Nueva España en el artículo de Pilar G. del Burgo «La moda de rejuvenecer el sexo femenino«.
RECONSTRUCCIÓN DEL HIMEN
Esta cirugía, que fue pionera en Sudamérica, se hace en España más porque cada vez se exhibe más, según refiere el cirujano plástico Alberto Marina, del Hospital Nueve de Octubre de Valencia, quien agrega que la intervención más demandada es la labioplastia. Sin embargo, cada año entre ocho y diez mujeres de etnia gitana, en su gran mayoría, y alguna musulmana acuden a la consulta del especialista a solicitar una reconstrucción de himen.
Como dato curioso el especialista cita el caso de una mujer que decidió hacerse una reconstrucción de himen para sorprender a su marido en el aniversario de sus bodas de plata.
ENTRE 1.000 Y 1.500 EUROS
Esta intervención, cuyo precio oscila entre los 1.000 y los 1.500 euros y dura una media hora, consiste en cerrar parcialmente la fina membrana (dos milímetros de espesor) del himen, que puede tener múltiples formas. La reconstrucción consiste en unir los restos de la membrana inicial. Es una cirugía ambulatoria que se realiza con anestesia local y tiene una recuperación inmediata. Las mujeres de etnia gitana que lo solicitan acuden por su cuenta, aunque apoyadas por hermanas o tías y son mayores de edad.
Pero el procedimiento más solicitado es la labioplastia de los labios menores, también denominada ninfectomía, que se realiza cuando éstos se descuelgan y descienden por debajo de los labios mayores. En algunas ocasiones se produce por herencia genética, aunque lo habitual es que influyan factores hormonales, la edad, haber tenido varios partos o haber practicado mucho sexo.
AMPLIO CATÁLOGO
A lo largo de un año, el doctor Marina practica la labioplastia a unas treinta mujeres de todas las edades (de 18 a 55 años), algunas de las cuales también presentan asimetría al tener uno de los labios más descolgado que el otro. Como dato anecdótico, ha operado a una madre y a una hija que tenían el mismo problema. En este caso, de origen claramente genético.
La intervención, que es relativamente sencilla y dura unos 45 minutos, se realiza con anestesia local y puede costar de 2.000 a 2.500 euros. Consiste en realizar un corte parcial para eliminar el exceso cutáneo y coserlo con sutura reabsorbible que se cae en catorce días.
VAGINOPLASTIA
En el catálogo de cirugía íntima también figura la vaginoplastia: reducir el tercio externo de la vagina para remodelarla. Esta operación, que se realiza con epidural, sedación y media estancia, puede costar de 2.500 a 3.000 euros. Otras dos operaciones menos frecuentes son estirar los labios mayores con injertos de grasa que se obtiene del abdomen para darles turgencia y hacer una liposucción en el monte de Venus.
