No es el diamante más caro; de hecho, los 28,8 millones de euros que la noche del martes se pagaron en Ginebra por el «Grisogono», en la misma subasta, así lo evidencia. Pero pocas gemas tienen la épica del «Gran Mazarino», un legendario diamante rosa vívido, de 19,07 quilates, espectacular por su transparencia y célebre por «ser testigo de 350 años de la historia de Europa», en palabras de un portavoz de la casa Christie’s. Fue adjudicado por 12,4 millones de euros.
Esta gema fue hallada en el siglo XVII en la mina Golconda (India), la única que existía entonces y que actualmente está extinguida. El cardenal Mazarino, prelado que dirigió los destinos de Francia desde su puesto de primer ministro durante los reinados de Luis XIII y Luis XIV, fue su primer propietario conocido. Tras su muerte, en 1661, la piedra quedo en manos de la realeza francesa durante dos siglos, según recoge María Teresa Benítez de Lugo en ABC.
Mazarino, un astuto diplomático de origen italiano, sentía una verdadera pasión por las piedras preciosas y atesoró en su colección privada 18 diamantes entre los que se encontraba el que ayer se vendió.
«El cardenal era un hombre de gran influencia y un gran coleccionista. Antes de morir, entregó el diamante a Luis XIV, bajo la condición de que lo engastara en su corona. Su voluntad fue cumplida no solo por este monarca, sino también por sus sucesores, Luis XV y Luis XVI»,
explica a ABC Leo Criaco, especialista de Christie’s. Criaco añade que la piedra inicialmente tenía casi dos quilates más, pero luego fue tallada para que tuviera más facetas y reflejara mejor la luz.
«En aquella época la iluminación estaba muy lejos de ser como la de hoy en día, así que las piedras eran modeladas para que desprendieran el mayor número de destellos posibles a la luz de las velas»
Fuente original: ABC/Leer más
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