En cualquier momento la policía detendrá al actor Willy Toledo para llevarlo ante el Juzgado número 11 de Madrid en el que no compareció por sus blasfemias de 2014 contra las principales figuras del cristianismo, pese a una citación provocada por las denuncias de la conservadora Asociación de Abogados Cristianos.
Será una noticia de amplio alcance. Un actor quizás esposado por una “performance” escandalosa, que es lo suyo, porque trabajo en su oficio tiene poco: casi nadie quiere ir a sus espectáculos como protesta a sus provocaciones.
La justicia española está bajo el escrutinio internacional tras el encarcelamiento de dirigentes independentistas catalanes y la negación de la justicia alemana de entregar a Carles Puigdemont.
En los últimos meses hubo ya juicios a cantantes, blogueros y provocadores por alabar el terrorismo, quemar banderas españolas o fotos de los Reyes y las penas…
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