Los asistentes recibirán un recordatorio, copia de la gigantografía con la efigie del obispo burgense de 1654 y 1659
Más de doscientos años ha durado el proceso administrativo para conseguir el gran acontecimiento que mañana albergará El Burgo de Osma, la beatificación de Juan de Palafox y Mendoza. Lo cuenta Isabel G. Villaroel en El Norte de Castilla. Tan solo seis años después de morir se planteó esta posibilidad al descubrir que su cuerpo se encontraba incorrupto, sin embargo, no fue hasta el año 2004 cuando la iniciativa tomó fuerza y contó con el visto bueno de la congregación de cardenales y obispos tras la presentación del milagro requerido para este paso. Se trata de la curación del sacerdote burgalés Lucas Fernández de Pinedo, enfermo de tuberculosis, que se recuperó totalmente con solo tener cerca una rúbrica del obispo Palafox.
Todo esto se recordará a partir de las nueve y media de la mañana del domingo cuando ya estén los bancos de la Catedral de La Asunción ocupados. Autoridades civiles y eclesiásticas saldrán minutos antes de la Capilla de Santo Domingo del Seminario diocesano en procesión hacia el principal templo burgense. Todos los obispos emplazados, cardenales, así como las decenas de sacerdotes concelebrantes recorrerán la calle Seminario para llegar a la plaza de la Catedral. Accederán mañana por la puerta principal. Se espera que la celebración se desarrolle durante dos horas, tras la cual se llevará a cabo una nueva procesión, esta vez en sentido inverso al inicial, con la reliquia del nuevo beato.
Y es que todo está listo en El Burgo de Osma para acoger los actos de beatificación de Juan de Palafox. De hecho, esta noche, a partir de las nueve, la Diócesis ofrecerá a los fieles y a los peregrinos una vigilia de oración para prepararse espiritualmente ante el histórico acontecimiento. Será en la iglesia de los Padres Carmelitas.
Todo es nuevo para los burgenses porque nunca antes Soria había acogido una ceremonia de beatificación en su historia y la diócesis de Osma trabaja duro para que todo salga «como Dios manda».
Las autoridades civiles de Castilla y León, Navarra y México han confirmado ya su asistencia al acto de mañana. El prefecto de la Congregación vaticana para las Causas de los Santos y Legado Papal para el acto, cardenal Angelo Amato, será el encargado de leer la Carta Apostólica mediante la cual el papa Benedicto XVI declara que quien fuera obispo de Osma entre 1654 y 1659, Juan de Palafox, puede ser venerado con el nombre de beato.
A continuación se descubrirá la gigantografía pintada por la hermana Francis Robles, de Becerril de Campos (Palencia). Esta imagen se convertirá en la oficial de la beatificación y se ha plasmado en los recordatorios que se repartirán al término de la ceremonia entre los miles de asistentes. Entre ellos, más de doscientos serán fiteranos y otros cuantos navarros que se desplazarán hasta El Burgo de Osma para no perderse el momento en el que uno de sus ‘hijos’ será elevado a la gloria de los altares. Numerosa será también la presencia de autoridades civiles llegadas desde México, concretamente del estado de Puebla, entre ellos, el embajador de México en España, Jorge Zermeño que representará oficialmente al país en la ceremonia de beatificación.
El acto se completará con el hermanamiento cultural entre El Burgo, Puebla de los Ángeles y Fitero, lo que supondrá una declaración de intenciones para estrechar lazos culturales e intercambiar experiencias en base a la figura del beato. La familia de Palafox ostentó el título de marqueses de Ariza (Zaragoza). Desde tierras zaragozanas llegarán decenas de peregrinos, como también lo hará el actual marqués de Ariza y duque del Infantado Iñigo de Arteaga y Martín. Estarán presentes, además, representantes de las principales entidades bancarias castellanas y leonesa que han colaborado con la organización.