Germinans ha arremetido despiadadamente contra el cardenal arzobispo de Barcelona y sus principales colaboradores
Finalmente se ha confirmado el rumor creciente que circulaba en los ambientes eclesiales: los responsables de la página web Germinans Germinabit serán juzgados próximamente en Barcelona. El fiscal, según informó días atrás el rotativo El País, acusa a Mario Solsona, su esposa Ana Becerril Gómez y Mariano Arnal de falsear los datos para contratar un dominio en internet bajo el que opera desde el año 2008 la citada página web, formada por un grupo de sacerdotes catalanes y de laicos afines a las tesis de extrema derecha.
Solsona, Becerril y Arnal afrontan la solicitud del fiscal de un año de cárcel y 3.880 euros de multa porque, de acuerdo con el escrito de acusación del fiscal y sus conclusiones provisionales, suplantaron la personalidad de un sacerdote y de un ciudadano de Zaragoza, ajenos al grupo de presión ultraconservador. Al rellenar la solicitud para el traslado del dominio falsearon los datos a conciencia para impedir ser localizados. El matrimonio Solsona-Becerrill ya aparecía citado en el blog http://quiesgerminans.blogspot.com.es/ como los responsables del núcleo logístico de Germinans. Junto a ellos también aparecía algún sacerdote cercano al matrimonio. Según parece, durante la investigación judicial han sido citados a declarar diversos sacerdotes para que testifiquen sobre su relación con el colectivo que pretende imponer una línea integrista.
Desde su aparición, a mediados de la década anterior, Germinans ha arremetido despiadadamente contra el cardenal arzobispo de Barcelona y sus principales colaboradores. Basándose en la denuncia, la difamación y la mentira, y siempre amparándose en el anonimato, estos sacerdotes y laicos no han dudado en presentar una realidad falsa de la Iglesia de Barcelona y catalana para conseguir sus objetivos.
Para ello han contado con aliados poderosos y con un entramado de conexiones políticas, económicas y eclesiales. Mario Solsona es miembro del consejo editorial de Infocatólica, Intereconomía, La Gaceta, La Razón y otros medios afines reproducen sistemáticamente sus opiniones. Sistemáticamente se hacen eco de las denuncias de este grupo, expandiendo la idea de que hace falta un cambio de rumbo radical a la que califican de «agonizante» Iglesia en Cataluña.
Para todos ellos la solución a todos los males tiene un nombre: el actual obispo de Terrassa, José Angel Sáiz Meneses, formado en el Seminario de Toledo. No se cansan de alabar las cualidades del «futuro líder de la nueva iglesia catalana, la figura emergente». Usando sus propias expresiones, «el asombroso éxito de su seminario; su hiperactividad pastoral; su labor con la juventud; su capacidad de diálogo unido a su impecable ortodoxia lo avalan firmemente». Meneses sería para Germinans el equivalente a Munilla en el País Vasco, su gran esperanza blanca.
Los autores materiales e intelectuales de Germinans tienen nombres y apellidos. De momento han aparecido tres. Pronto se desvelarán, durante el juicio, más detalles y datos que ayudarán a reconstruir la trama y la personalidad de otros presuntos implicados, cuyos nombres se repiten una y otra vez en mentideros eclesiales.
