Omella ha afirmado que gracias a la integración "hay unidad y fraternidad" en el trabajo
El arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, abogó ayer por la humildad del clero, subrayando que su función es «hacer que Jesucristo crezca» sin ser «protagonistas de nada». El arzobispo ha celebrado una Eucaristía con los trabajadores de la curia del Arzobispado de Barcelona acompañado el cardenal de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, y el obispo auxiliar Sebastià Taltavull.
Este miércoles 29 de junio, el Papa Francisco entregará el palio al arzobispo metropolitano de Barcelona, Juan José Omella. El ornamento episcopal será impuesto por el nuncio apostólico, Mons. Renzo Fratini, durante el próximo otoño en un acto que se celebrará en la catedral de Barcelona. La fecha de esta celebración será anunciada oportunamente por el Arzobispado de Barcelona a través de su secretaría general.
La celebración ha comenzado con la oración de la hora sexta en la capilla del Palacio Episcopal y, posteriormente, todos los participantes se han trasladado al Salón Noble donde han tenido lugar los parlamentos.
En su intervención ante los trabajadores de la diócesis, Omella ha puesto en valor la figura de San Juan, de quien ha destacado su «dimensión espiritual», mansedumbre y sencillez.
Asimismo, el prelado -que viajará al Vaticano el próximo 30 de junio- ha querido dar tres puntos clave a todos los trabajadores, por los que ha pasado él mismo en todo este tiempo: la acogida, el discernimiento y la integración en la comunidad.
Finalmente, Omella ha afirmado que gracias a la integración «hay unidad y fraternidad» en el trabajo.
(RD/Agencias)