Me gustaría que la Iglesia Valenciana homenajeara a este gran amigo que es sacerdote, escritor, teólogo, periodista y hombre de una gran bondad
(Josep Miquel Bausset).- El día 28, el amigo Emili Marín recibirá el homenaje de la ciudad de València, que lo nombrará Hijo Adoptivo. Con méritos más que suficientes, Emili Marín, sacerdote, escritor, director de la revista Saó durante muchos años y hombre de una gran bondad, recibirá este galardón por parte del Ayuntamiento de la capital del País Valenciano.
Conocí a Emili hace muchos años, por la amistad que él tenía con mi padre. También por sus asiduos viajes a Montserrat, donde cada semana de Pascua, él, juntamente con otros valencianos, pasaban esos días en el monasterio. Fue a finales de 2007 cuando me llamó por teléfono para «ficharme» como colaborador de la revista Saó. Otra fecha relacionada con Emili, fue el 19 de agosto de 2010, el día que mi padre cumplió 100 años, cuando él, con otros amigos vinieron a felicitar a mi padre en el centenario de su nacimiento.
Emili J. Marín i Soriano nació en Alcoi el 14 de abril de 1940, en el seno de una familia muy sencilla. Su padre estuvo encerrado en la cárcel por el hecho de haber sido republicano. Emili estudió en el colegio de los salesianos y a los doce años comenzó a trabajar en el despacho de una empresa textil. A los trece años entró en el Seminario de Montcada, «sin que haya ningún rastro en mi vida que contradiga la decisión tomada», como dice él mismo.
El Seminario fue para Emili un lugar «maravilloso», en el cual pudo desenrollar una vida deportiva (ya que jugaba al fútbol muy bien) y artística. También hizo teatro, con un montaje de Antígona y de Hamlet. Aficionado al cine, Emili disfrutaba con las películas de aquella época, aunque «cuando aparecían escenas afectuosas las tapaban, cosa que provocaba la risa en los seminaristas».
Emili terminó la carrera gracias a una beca, en el Colegio Santo Tomás de Villanueva de València, un «auténtico regalo», como reconoce él mismo, ya que en aquel centre pudo conocer a personas excepcionales, como Josep Espasa, Joan Fuster, Vicent Ventura o Raimon. Fue en contacto con estas personalidades de la cultura del País Valeriano, cuando Emili Marín descubrió y desarrolló «mi conciencia nacionalista».
Ordenado sacerdote a los 23 años, su padre le rindió homenaje asistiendo por primera vez en su vida a la iglesia donde Emili celebró su primera misa. Su madre, como dice Emili irónicamente, «en solidaridad conmigo, se hizo beata».
El Concilio Vaticano II (1962-1965) fue un acontecimiento determinante en la vida de Emili Marín, ya que esta magna asamblea de la Iglesia universal fortaleció su vida de fe. El 2001 obtuvo la licenciatura en Teologia Moral en Barcelona.
La primera parroquia donde Emili fue destinado, fue Castelló de la Ribera y después, Pedralba, la Pobla de Farnals, el colegio San Francisco Javier del Tribunal de Menores, la Fonteta de Sant Lluís y en Barcelona, el tiempo que estuvo haciendo la licenciatura en Teología. Emili Marí fue también delegado de Emigración y actualmente, a pesar de las dificultades de visión que tiene, colabora en la parroquia del Buen Pastor, en València.
Además de su trabajo pastoral como presbítero, Emili siempre ha estado en contacto con el mundo de la cultura. Por eso fue miembro del Consell Valencià de Cultura (en substitución de Joan Fuster) entre 1993 y 1998. Durante su tiempo en el CVC, coordinó los libros dedicados al cardenal Tarancon y al canónigo Josep Espasa.
Emili tuvo un papel destacado en la creación de la revista Saó, de la cual fue director entre los años 1987 y 1998.
Marín estuvo doce años en el Consejo Redactor de Teatros, fue coordinador del Ciclo Cultural de la Caixa de Torrent y director del único curso que se ha hecho de Teología de la Liberación en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, en el cual participaron personalidades como Joan Nebot, Pedro Blat, Martínez Dousel o González Faus. Emili Marín en su faceta periodística ha realizado más de seiscientas entrevistas a diversos personajes, entre ellos, Gorbatchov, Irene Paps o Ernesto Cardenal.
Emili Marín es actualmente el director de la colección «Tresors de la Fe», que ha publicado las obras: «Josep Espasa i Signes», «Vicente Enrique Tarancon. Cardenal de l’Església», «Josep Lluís Bausset i Ciscar. El darrer maulet», «Julián Álvarez. Director de Càritas. Un bon home», y pronto saldrá el volumen: «Ovidi Montllor. El cantant de l’Alcoià».
Apasionado por la cultura, este gran hombre ha dado su importante biblioteca al Ayuntamiento de la Pobla de Farnals, que se ha hecho cargo de la edición de un libro sobre Emili, que aparecerá pronto.
La personalidad de Emili queda bien reflejada en la excelente entrevista que le hizo el amigo Francesc Viadel en la revista Serra d’Or.
Emili Marín es una persona lúcida y arriesgada, un sacerdote irónico y lleno de bondad. Amigo de sus amigos, su buen humor y su gran amor a Dios, al País y su gente, hacen de él merecedor de este galardón que, bien merecidamente, le otorgará el Ayuntamiento de València.
Espero que la Iglesia del País Valenciano se haga presente en este homenaje, ya que a menudo la Iglesia deja de lado a aquellos que considera heterodoxos y que se encuentran en las periferias. También me gustaría que la Iglesia Valenciana homenajeara a este gran amigo que es sacerdote, escritor, teólogo, periodista y hombre de una gran bondad.