Las ONG católicas reivindican su papel en el Día Internacional del Voluntariado

Voluntarios en España: un ejército de 3,5 millones de ‘soldados’ en primera línea por la justicia

La Plataforma del Voluntariado invita a "sembrar la semilla del voluntariado en nuestra sociedad"

Voluntarios en España: un ejército de 3,5 millones de 'soldados' en primera línea por la justicia
Voluntarios de Cáritas Española Cáritas

Muchos de ellos son voluntarios católicos que, haciendo suyo el mensaje de Jesús, tratan de dar de comer al hambriento, beber al que tiene sed, alimentar al desnudo, acoger al que no tiene nada. Que construyen Evangelio en salida

(J. Bastante/Cáritas/Manos Unidas).- Este 5 de diciembre se celebra el Día Internacional de los Voluntarios, una jornada para reinvidicar el inestimable trabajo de millones de hombres y mujeres por un mundo mejor. Un trabajo callado, voluntario, constante, con ancianos, víctimas de la trata, menores, presos, refugiados y con toda esa realidad sufriente, víctimas de la ‘cultura del descarte’ que tanto denuncia el Papa Francisco.

Muchos de ellos son voluntarios católicos que, haciendo suyo el mensaje de Jesús, tratan de dar de comer al hambriento, beber al que tiene sed, alimentar al desnudo, acoger al que no tiene nada. Que construyen Evangelio en salida, desde las periferias del olvido y la necesidad. Desde RD queremos rendirles un merecido homenaje, como lo hacen algunas de las principales asociaciones católicas, como Manos Unidas, Cáritas, Misiones Salesianas, Mensajeros de la Paz o Juan Ciudad. Con sus propias palabras.

Con motivo de este día, Cáritas ha difundido un manifiesto en el que hace un profundo reconocimiento del valor de los voluntarios que toman partido en la historia de la humanidad y se convierten en agentes de cambio para trabajar por el bien común y transformar la realidad de las personas empobrecidas.

 

 

Este es el texto de Manifiesto:

«Ustedes marcan el paso para que la Iglesia
esté cada día en el mundo…
Ustedes son las mismas manos de Jesús en el mundo.
Su testimonio ayuda a cambiar el curso de la vida
de muchas personas, de muchas familias
y de muchas comunidades. Su testimonio
les ayuda a cambiar el curso de su propio corazón».
Papa Francisco
(Del mensaje a la Asamblea General
de Cáritas Internationalis, mayo 2015)

 

En estos tiempos donde hay tantas situaciones injustas que provocan pobreza, exclusión y vulneración de Derechos, queremos reconocer la entrega de tantas personas que, desde su opción de voluntariado, están siendo luz de esperanza con su solidaridad, gratuidad, fraternidad y compromiso.

Y es que para el voluntario de Cáritas, comprometerse, es un modo de ser, de relacionarse, de entender la vida y compartirla creando fraternidad. Para el voluntario de Cáritas, la solidaridad no es un sentimiento de vaga compasión o de superficial ternura hacia los males de tantas personas cercanas y lejanas, al contrario, es la determinación firme y perseverante de empeñarse en el bien común.

El voluntariado está llamado a seguir en el empeño de crear espacios de humanidad y de encuentro, donde las personas excluidas, empobrecidas, heridas, olvidadas… se sientan en familia, acogidos, escuchados, sientan que son importantes para alguien.

Cáritas agradece y pone en valor el que los voluntarios tomen partido en la historia de la humanidad y se conviertan en agentes de cambio capaces de poner a la persona, en el centro de nuestra mirada, palabra y acción. Y como desde su compromiso toman postura ante la realidad de tantas personas empobrecidas.

Los 85.000 voluntarios de Cáritas son, junto a los 4.800 trabajadores remunerados y una legión de socios y colaboradores privados, el motor de la opción de toda la Confederación por la dignidad y los derechos de las personas excluidas. Son ellos los que están en primera línea a la hora de acoger, escuchar y acompañar a las personas que participan en cada uno de los proyectos de lucha contra la pobreza y la desigualdad, haciendo que ellas mismas sean las protagonistas de sus procesos de recuperación de derechos y de su dignidad.

 

 

Manos Unidas: «Parte de nuestra identidad»

Según datos de diciembre de 2016, en Manos Unidas colaboran 5.089 voluntarios, lo que representa el 97 % de todas las personas que trabajan en la Organización. En palabras de Clara Pardo, Presidenta y también voluntaria de Manos Unidas, «el voluntariado es parte esencial de nuestra identidad y una de nuestras principales fortalezas. El trabajo de más de 5.000 voluntarios nos permite apoyar, cada año, a más de 2 millones de personas en situación de pobreza. Los voluntarios asumen todo tipo de tareas en la Organización, desde la recaudación de fondos para proyectos de cooperación al desarrollo y la sensibilización de la sociedad española, hasta aquellas tareas técnicas y organizativas que se requieren en el día a día de Manos Unidas. Esto nos permite estar presentes en muchos rincones de España y en casi 60 países de Asia, América y África».

Julián Jiménez, Coordinador del Departamento de Voluntariado, incide en que las mujeres representan una mayoría clara, «en torno al 80 %», y que esta característica les diferencia de otras ONG en España. «Esta participación mayoritaria de mujeres se da en una Organización que, precisamente, fue fundada hace casi 60 años por mujeres con un manifiesto redactado en femenino que todavía hoy nos impacta por su lucidez y valentía».

 

Las voces de los voluntarios

Mª Angeles García-Moreno, voluntaria del centro de personas sin hogar Casa de Abraham de Cáritas Ciudad Real, asegura que «ser voluntaria en Cáritas es un proceso de aprendizaje, de compromiso, de satisfacción personal por un trabajo útil; trabajo que, como recompensa, te llena de bienestar del tiempo entregado. La entrega del tiempo para los demás es algo que desde Cáritas te llena más si cabe por el compromiso cristiano en la igualdad del ser humano».

La opción evangélica por los pobres es otra de las dimensiones específicas que inspira el voluntariado de Cáritas. Así lo explica Almudena García, voluntaria del programa de mayores de Cáritas Diocesana de Cuenca: «Soy voluntaria de Cáritas porque soy católica y me interpela el Evangelio: la misericordia es una bienaventuranza y estará presente en el juicio final (Mt. 25, 34-36). Porque había oído a otros voluntarios que se recibe más que se da y yo lo había experimentado en ocasiones. Porque he podido comprobar que muchos mayores expresan nuestra visita con ilusión. Muchos mayores me enseñan los valores auténticos de la vida: la alegría aun en la dependencia. Son muchos los que tienen la sonrisa permanente y aceptan con paz sus enormes limitaciones. La gratitud, la paciencia, el buen humor y la capacidad de pensar en los demás».

Otra de las tendencias que caracterizan al voluntariado de Manos Unidas en los últimos años, según Julián Jiménez, es la creciente presencia de jóvenes «muy motivados por los fines de la ONG e interesados en complementar su formación con nosotros», Asimismo, se ha producido un aumento de voluntarios «muy cualificados profesionalmente, de los que una parte proviene de empresas que han sufrido expedientes de regulación de empleo en los peores años de la crisis». Para Jiménez, «si bien es cierto que la situación económica ha provocado que más personas tengan tiempo disponible para ser voluntarias, en nuestro caso predomina un voluntariado de medio y largo plazo, que es algo de lo que estamos muy orgullosos».

Para Clara Pardo, «el compromiso de los voluntarios con Manos Unidas se debe no solo al trabajo que realiza la ONG para apoyar a poblaciones desfavorecidas, sino que se trata de una actividad que, además, te cambia la vida y recibes mucho más de lo que das».

Es el caso de Elena Fernández de Valderrama, psicóloga y voluntaria desde hace 13 años, para quien «ver cómo la gente sale adelante desde la pobreza extrema es una motivación increíble, y su alegría y agradecimiento no tiene precio». También Enrique Serra, ingeniero industrial y voluntario desde que en 2011 decidió «devolver algo a la sociedad», dice sentirse «mucho más remunerado por la Organización que lo que nosotros damos; cada día vienes contento porque el voluntariado te crea una satisfacción personal», o la economista Marta Rotaeche, voluntaria desde el pasado enero, que cada noche se acuesta «con la sensación de que estás haciendo algo útil por los demás».

 

 

Manifiesto de la Plataforma del Voluntariado

Este año, el Día Internacional de los Voluntarios tiene el lema «Los voluntarios: primeros en actuar. Aquí. En todas partes». Según datos de la Plataforma del Voluntariado de España, en 2016 un 9,3 % de la población española realizaba tareas de voluntariado -porcentaje inferior al 24 % del promedio de los países europeos- y la mayor parte eran jóvenes de 14 a 24 años.

En el manifiesto difundido por la Plataforma del Voluntariado de España (PVE), de la que forma parte, en el que se invita a «sembrar la semilla del voluntariado en nuestra sociedad» y se destaca «el papel fundamental que puedes jugar los voluntarios como agentes de transmisión de valores desde la infancia, porque ese compromiso con la solidaridad como alternativa al egoísmo es uno de los contenidos más importantes que puede recibir el alumnado en cualquier aula de nuestro país».

Como recuerda la Plataforma, «en estos momentos hay alrededor de tres millones y medio de personas voluntarias en nuestro país, pero no son muchas, si se trata de atender todas las necesidades que nos rodean». En ese sentido, para lograr que el voluntariado sea una actividad realmente al alcance de la gente y una tarea que se pueda elegir a lo largo la vida, es necesario, como recuerda el manifiesto de la PVE, hacerla «mucho más notoria y accesible a la ciudadanía».

 

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Autor

Jesús Bastante

Escritor, periodista y maratoniano. Es subdirector de Religión Digital.

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