Se nos marchó silenciosamente, como había vivido, el poeta chileno Nicanor Parra, uno de los tres inmortales del Litoral de los Poetas (Neruda, Huidobro y Parra)
(Nicolás de la Carrera).- El pasado 23 de enero se nos marchó silenciosamente, como había vivido, el poeta chileno Nicanor Parra, uno de los tres inmortales del Litoral de los Poetas (Neruda, Huidobro y Parra). El miércoles 24 se llevó el féretro a la Catedral santiaguina y se celebró misa. No faltaron cánticos, especialmente el «Gracias a la vida» de Violeta. El ataúd se veía arropado por una colorida manta confeccionada por la madre de Nicanor, Clara Sandoval, al estilo de los patchworks de moda hoy.
En lo alto del féretro se leía el mensaje: «VOY & VUELVO», con que el poeta solía ilustrar las cruces, y podría sugerir la resurrección. Solía comentar que le gustaba residir en Las Cruces porque se sentía muy bien al lado de las cruces de las iglesias y capillas, recordando que durante su niñez en San Fabián de Alico y en Chillán, creció jugando al lado de un cementerio. Cristobal Ugarte (Tololo) leyó dos poemas del abuelo, «Epitafio» y «Hay un día feliz», que reproduciremos a continuación.
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