Desde 2010, según los datos de la Conferencia Episcopal, 433 denuncias por pederastia han llegado a los obispos, de las cuales 212 han sido transmitidas a la justicia, 36 se han saldado con procesamientos y una decena con penas de prisión
La Conferencia Episcopal francesa invitó a una decena de víctimas de pederastia por parte de clérigos a la reunión de otoño que mantienen este sábado en el santuario mariano de Lourdes (suroeste de Francia), donde se propuso crear una comisión de investigación independiente sobre estos casos.
Con estos gestos, el episcopado francés quiere salir al paso de las críticas de la sociedad, en medio de varios procesos mediáticos abiertos por encubrimiento de curas acusados de pederastia. Sin embargo, algunas asociaciones de víctimas consideran que con esta invitación los obispos pretenden hacer un lavado de cara, sin querer reconocer su responsabilidad en los hechos y sin auténtica voluntad de afrontarlos.
Es el caso de la asociación Parole Liberée, que agrupa a personas víctimas de pederastia en la iglesia y que han rechazado la invitación de los obispos para no prestarse a lo que consideran como «una mascarada». La mejor prueba de ello es que las víctimas presentes en Lourdes no serán escuchadas en el plenario, sino a puerta cerrada en pequeños grupos de trabajo.
La asociación, que tiene su sede en Lyon, cuyo arzobispo, Philippe Barbarin, se sienta en enero próximo en el banquillo de los acusados por haber encubierto a un cura pederasta, cree que la iglesia no respaldó a las víctimas cuando se denunciaron esos casos. Además, acusan a los obispos de no tomar las medidas necesarias para evitar que los casos de pedofilia y su encubrimiento se repitan.
El secretario general de la Conferencia Episcopal francesa, Olivier Ribadeau-Dumas, aseguró que sobre la mesa está la creación de una comisión de investigación independiente sobre la pederastia en la iglesia, otra respuesta de los clérigos ante la presión mediática.
En el trasfondo de la reunión están dos grandes procesos, el que acusa al arzobispo de Lyon y el que tuvo lugar la semana posada contra el ex obispo de Orleans, André Fort, para quien la acusación pidió un año de cárcel por haber encubierto a un cura pedófilo a principios de los 90.
Desde 2010, según los datos de la Conferencia Episcopal, 433 denuncias por pederastia han llegado a los obispos, de las cuales 212 han sido transmitidas a la justicia, 36 se han saldado con procesamientos y una decena con penas de prisión.
(RD/Efe)
