Alguien llamó al presidente de Siria, Bashar al Assad, haciéndose pasar por el Papa; también llamaron a un joven gay francés.
Con un estilo mucho más terrenal, el papa Francisco tiene actitudes y formas de dirigirse a los fieles muy diferentes de sus predecesores. Por ese comportamiento el Vaticano está desconcertado, y los fieles quedan asombrados, cuando el pontífice, espontáneamente, llama a algunos de ellos.
Por ejemplo este mes, llamó a una mujer italiana embarazada para reconfortarla porque su novio, casado, la había presionado sin éxito para que se realizara un aborto. La mujer, divorciada y que será madre soltera, le escribió al Papa porque temía que la Iglesia no aprobaría su condición. Como no sabía la dirección correcta, ella escribió en el sobre «Santo Padre Papa Francisco, Ciudad del Vaticano, Roma», y el Papa no sólo le respondió sino que le ofreció bautizar él personalmente al bebé que nacerá el próximo año, según publicó el diario La Stampa.
En agosto, Francisco llamó por teléfono a una mujer que había sido violada por un oficial de Policía en Argentina. Le dijo que ella no estaba sola y que debía confiar en la Justicia.
El 7 de agosto, el italiano Michele Ferri of Pesaro atendió una llamada y escuchó «Hola Michele, es el Papa Francisco». Ferri dijo que al principio pensó que se trataba de una broma. «Pero luego me habló de una carta que yo había escrito, de la que yo no había hablado con nadie, ni siquiera con mi madre o mi esposa, y supe que era él», dijo Ferri.
Él contó que le había escrito al Papa, luego de una «serie de tragedias en la familia», entre ellas la muerte de su hermano que fue asesinado en junio en un asalto a una estación de gas.
«El Papa dijo que mi carta lo había hecho llorar», señaló Ferri, y en los 10 minutos que duró la conversación telefónica, el Papa «me reconfortó y me dio esperanzas para enfrentar de una manera positiva la vida sin mi hermano», dijo. «Por supuesto que la pena permanece, pero fue una gran emoción escuchar su voz», agregó Ferri y contó que unos días después, el Papa también llamó a su madre para darle consuelo por la muerte de su hijo.
Mientras que las llamadas telefónicas del Papa son recibidas con sorpresa y mucha alegría, también revisten cierto peligro ya que personas mal intencionadas pueden llamar y hacerse pasar por Francisco.
Eso ocurrió dos semanas atrás cuando alguien llamó al presidente de Siria, Bashar al Assad, haciéndose pasar por el Papa; también llamaron a un joven gay francés.
El Vaticano negó que el Papa hubiera hecho esas llamadas, y manifestó preocupación por la posibilidad de que alguien llame imitando al Papa para marcar pautas políticas o ideológicas. Otros analistas del Vaticano temen que esta modalidad de Francisco de llamar por teléfono a algunas personas, cree desilusión entre los que no son bendecidos con su llamado.
«Son innumerables las personas que sufren violencia e injusticia y que podrían llamar al Papa por una palabra de aliento, pero es evidente que él no puede responder a todos«, dijo Alberto Melloni, historiador del Vaticano y director de la Fundación Juan XXIII para el Estudio de la Religión en Bologna, un instituto de investigación. «Esas personas pueden pensar: `Yo me siento horrible, y ni siquiera me llama el Papa`», agregó Melloni.
El 29 de agosto, el diario Clarín de Argentina publicó que el Papa había llamado por teléfono a Bashar al Assad en un esfuerzo por prevenir el enfrentamiento entre Siria y EE.UU. Sin embargo el vocero del Vaticano, Francisco Lombardi, negó enfáticamente esa conversación, como también negó que Francisco hubiera llamado a un joven gay católico que vive en Toulouse, según había publicado un diario francés.
El joven Christopher Trutino, un vendedor de 25 años, había declarado al diario local La Dépche du Midi que luego de escribir una carta al Papa explicándole que luchaba por reconciliar su sexualidad con su fe, Francisco lo había llamado por teléfono. «Tu homosexualidad no importa», dijo que lo había tranquilizado el Papa, «de una u otra forma, todos somo hijos de Dios».
Sobre esta llamada se hicieron varios comentarios en Twitter y en otras redes sociales apoyando esa respuesta del Papa por considerarla una flexibilización en la doctrina de la Iglesia en relación a los homosexuales. Pero el Vaticano también negó esa llamada diciendo que era un engaño, que las especulaciones sobre la repuesta de Francisco eran falsas y que se trataba de una hipocrecía decir que el Papa había abordado de ese modo un tema tan sensible para la Iglesia como es la homosexualidad.
Trutino evitó hablar con los medios, pero Cyril Doumergue, periodista de La Dépche du Midi, dijo que cuando lo entrevistó le pareció creíble lo que le dijo sobre la llamada del Papa. Ahora el periodista cree que lo engañó. Doumergue relató que Trutino dijo que durante la llamada -que según él comenzó a las 2 p.m.- el Papa le comentó que después sería recibido por el rey Abdullah II de Jordania. Sin embargo la agencia ANSA corroboró que el rey llegó a las 11 a.m. y que la reunión terminó a las 12:06 p.m. «Christopher no grabó la conversación, por lo tanto es imposible saber si realmente existió», dijo el periodista.
Para Lombardi elegir a quién llamar por teléfono es una prerrogativa del Papa. El vocero afirmó que el Vaticano no se pronunciará sobre cada llamada que realice Francisco, pero intervendrá en caso de que haya comentarios sobre llamadas engañosas de importancia internacional como es el caso de Siria, o sobre la doctrina de la Iglesia. «Siempre existe el riesgo de que alguien se haga pasar por el Papa en el teléfono«, dijo Lombardi al diario francés Le Figaro.
(Rd/Agencias)