Lombardi: "No hay nexo entre el celibato de los sacerdotes y los abusos"

La cumbre propone evaluar psicológicamente a los seminaristas o «protocolos específicos» contra obispos encubridores

Los participantes analizan los '21 puntos de reflexión' que les entregó el Papa Francisco

La cumbre propone evaluar psicológicamente a los seminaristas o "protocolos específicos" contra obispos encubridores
Lombardi: "No hay nexo entre el celibato de los sacerdotes y los abusos" Osservatore Romano

Propone también "elevar la edad mínima para contraer matrimonio a los dieciséis años" así como "introducir reglas relativas a los seminaristas y candidatos al sacerdocio o la vida religiosa"

(Hernán Reyes Alcaide, corresponsal en Roma).- La histórica cumbre anti abusos que comenzó hoy en el Vaticano ya está empezando a proponer medidas concretas contra la plaga de la pedofilia, tal como pidió el papa Francisco en su discurso inaugural.

Durante la reunión de trabajo de la mañana, el Papa entregó a los participantes 21 posibles medidas que van desde la realización de una «evaluación psicológica por expertos calificados» a los candidatos al sacerdocio, hasta «establecer protocolos específicos para el manejo de las acusaciones contra los obispos«, así como establecer en 16 años el piso de la edad para el matrimonio, entre otras propuestas preliminates.

«Realizar una evaluación psicológica por expertos calificados y acreditados para los candidatos al sacerdocio y la vida consagrada», fue uno de los 21 puntos que la primera sesión de trabajo arrojó como conclusión de la deliberación de los 190 participantes del encuentro que inició hoy y se extiende hasta el domingo.

«Consolidar la colaboración con todas las personas de buena voluntad y con los operadores de los medios de comunicación para reconocer y discernir los casos reales de los falsos, las acusaciones de difamación, evitar el rencor y las insinuaciones, los rumores y las difamaciones», fue otro de los ejes que plantearon los grupos de trabajo en los que se dividieron los 114 presidentes de conferencias episcopales y demás religiosos de primer nivel mundial.

 

 

 

 

La reflexión, según informó el Vaticano, propone también «elevar la edad mínima para contraer matrimonio a los dieciséis años» así como «introducir reglas relativas a los seminaristas y candidatos al sacerdocio o la vida religiosa».

Además, conscientes de que el traslado de sacerdotes acusados de abusos fue durante años una práctica común para encubrir sus delitos, las comisiones pusieron sobre la mesa la posibilidad de establecer «normas que rijan la transferencia de un seminarista o aspirante religioso de un seminario a otro; así como un sacerdote o religioso de una diócesis o congregación a otra».

Otros pedidos fueron «informar a las autoridades civiles y las autoridades eclesiásticas superiores de conformidad con las normas civiles y canónicas» y «hacer una revisión periódica de los protocolos y normas para salvaguardar un ambiente protegido para menores en todas las estructuras pastorales».

También abrieron la posibilidad de «establecer protocolos específicos para el manejo de las acusaciones contra los obispos».

Tras un duro pedido del Papa para que se adopten medidas concretas contra los abusos, la reunión inició este jueves con un audio con testimonios de víctimas, que mostró el alcance global del problema y la crisis que enfrenta la Iglesia: fueron un hombre latinoamericano, una mujer africana, y otros tres hombres de Europa del Este, Asia y Estados Unidos.

 

 

Por otro lado, el moderador de la cumbre anti-abusos del Vaticano que inició hoy, Federico Lombardi, aseveró que «no hay un nexo» entre el celibato y los abusos sexuales por parte de miembros del clero a menores de edad.

«Es nuestra convicción que no hay nexo entre el celibato de los sacerdotes y los abusos, por eso no se ha hablado hasta ahora del tema», aseguróLombardi, en una reunión con periodistas para analizar la primera sesión de trabajo en la cumbre.

«Es un tema del que se puede hablar. Quizás en el trabajo de grupos algún grupo lo aborda», agregó Lombardi en diálogo con la prensa.

Además, el sacerdote jesuita confirmó que «no habrá» un documento de cierre del encuentro, sino que se espera que haya discusiones en cada uno de los países con lo debatido desde el mismo lunes 25.

 

Puntos de Reflexión

1. Elaborar un vademécum práctico en el que se especifiquen los pasos a seguir por la autoridad en todos los momentos claves de la emergencia de un caso.

2. Establecer instalaciones de escucha, compuestas por personas preparadas y expertas, donde se realice un primer discernimiento de los casos de las presuntas víctimas.

3. Establecer criterios para la participación directa del Obispo o del Superior Religioso.

4. Implementar procedimientos compartidos para el examen de las acusaciones, la protección de las víctimas y el derecho de defensa de los acusados.

5. Informar a las autoridades civiles y a las autoridades eclesiásticas superiores de acuerdo con las normas civiles y canónicas.

6. Realizar una revisión periódica de los protocolos y de las normas para salvaguardar un ambiente protegido para los menores en todas las estructuras pastorales; protocolos y normas basados en los principios de la justicia y de la caridad y que deben integrarse para que la acción de la Iglesia en este campo también sea conforme a su misión.

7. Establecer protocolos específicos para la gestión de las acusaciones contra los Obispos.

8. Acompañar, proteger y cuidar a las víctimas, ofreciéndoles todo el apoyo necesario para su completa recuperación.

9. Incrementar la conciencia de las causas y de las consecuencias de los abusos sexuales a través de iniciativas de formación permanente de Obispos, Superiores religiosos, clérigos y agentes pastorales.

10. Preparar caminos para el cuidado pastoral de las comunidades heridas por los abusos, así como itinerarios penitenciales y de recuperación para los culpables.

11. Consolidar la colaboración con todas las personas de buena voluntad y con los operadores de los medios de comunicación para poder reconocer y discernir los casos verdaderos de aquellos falsos, las acusaciones de calumnias, evitando rencores e insinuaciones, habladurías y difamaciones (cf. Discurso a la Curia Romana, 21 de diciembre de 2018).

12. Elevar la edad mínima para contraer matrimonio a 16 años.

13. Establecer disposiciones que regulen y faciliten la participación de expertos laicos en las investigaciones y en los diferentes grados de juicio de los procesos canónicos concernientes a los abusos sexuales y/o de poder.

14. El derecho a la defensa: es necesario salvaguardar el principio de derecho natural y canónico de la presunción de inocencia hasta que se demuestre la culpabilidad del acusado. Por lo tanto, es necesario evitar que sean publicadas las listas de los acusados, incluso por parte de las diócesis, antes de la investigación previa y la condena definitiva.

15. Observar el tradicional principio de la proporcionalidad de la pena con respecto al delito cometido. Deliberar que los sacerdotes y obispos culpables de abuso sexual de menores abandonen el ministerio público.

16. Introducir reglas concernientes a los seminaristas y candidatos al sacerdocio o a la vida religiosa. Para ellos introducir programas de formación inicial y permanente para consolidar su madurez humana, espiritual y psicosexual, así como sus relaciones interpersonales y su comportamiento.

17. Efectuar para los candidatos al sacerdocio y a la vida consagrada, una evaluación psicológica realizada por expertos cualificados y acreditados.

18. Indicar las normas que rigen el traslado de un seminarista o aspirante religioso de un seminario a otro; así como de un sacerdote o religioso de una diócesis o congregación a otra.

19. Formular códigos de conducta obligatorios para todos los clérigos, los religiosos, el personal de servicio y los voluntarios para delinear los límites apropiados en las relaciones personales. Especificar los requisitos necesarios para el personal y los voluntarios, y verificar sus antecedentes penales.

20. Ilustrar toda la información y datos sobre los peligros del abuso y sus efectos, cómo reconocer los signos de abuso y cómo denunciar las sospechas de abuso sexual. Todo esto debería hacerse en colaboración con los padres, los profesores, los profesionales y las autoridades civiles.

21. Es necesario que se instituya, allí donde aún no se ha hecho, un órgano de fácil acceso para las víctimas que deseen denunciar eventuales delitos. Un organismo que goce de autonomía incluso con respecto a la autoridad eclesiástica local y compuesto por personas expertas (clérigos y laicos), que sepan expresar la atención de la Iglesia a aquellos que, en este campo, se consideran ofendidos por actitudes inadecuadas por parte de los clérigos.

 

 

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Autor

Jesús Bastante

Escritor, periodista y maratoniano. Es subdirector de Religión Digital.

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