"La reunión con el Papa fue una sorpresa agradable", recalcó Lisinski. "Estaba lleno de emoción, aunque esto no resuelve los problemas que tenemos aquí, que es la lucha por la tolerancia cero contra la pederastia en la Iglesia"
(J. B./Agencias).- Marek Lisinski tenía trece años cuando fue abusado por primera vez por un sacerdote católico. «Este trauma estará conmigo hasta el final«, explica, emocionado. No es para menos. Este miércoles, al término de la Audiencia General, el Papa Francisco se acercó a él, escuchó su historia y besó sus manos.
La imagen se hizo viral, y supuso un reconocimiento a la labor de estos supervivientes. Lisinski, miembro de la ONG polaca ‘Have No Fear‘ y uno de los responsables de ECA Global, canalizó su horror para poder ayudar a otras víctimas del abuso sexual del clero.
«La reunión con el Papa fue una sorpresa agradable», recalcó Lisinski. «Estaba lleno de emoción, aunque esto no resuelve los problemas que tenemos aquí, que es la lucha por la tolerancia cero contra la pederastia en la Iglesia».
Este es el momento en que el Papa se dirige a Lisinski: