(EFE).- El Racing de Santander dejó al desnudo las carencias del Mallorca en su campo del Ono Estadi, donde no gana desde el pasado mes de octubre, al derrotarlo por 1-2 con goles de Rubén González y Javier Balboa.
El conjunto cántabro remontó el gol inicial de Bosko Jankovic para sumar tres puntos de oro para sus intereses en la Liga. El serbio tiene dinamita en sus piernas. La «perla» del fútbol serbio, de 21 años, marcó su quinto gol en la Liga con un fulminante disparo con su pierna buena, la derecha, aprovechando una jugada de tiralíneas en la que participaron hasta cuatro jugadores del Mallorca.
El equipo que dirige Gregorio Manzano merecía esa gol. Ya había avisado con un disparo de Basinas (min. 6) y un cabezazo ajustado de Diego Tristán (min. 10), y su juego era más agresivo que el de su rival. Los extremos, Jankovic y Jonás Gutiérrez, creaban muchos problemas a la defensa cántabra y el venezolano Juan Arango, muy recuperado, siempre fue amenaza.
El Racing apenas dio señales de vida en la primera parte. Sus dos principales argumentos ofensivos, Zigic y Munitis, estuvieron muy solos arriba, ya que en muy pocas ocasiones conectaron con sus compañeros del centro del campo, zona en la que se vio muy desasistido a Gonzalo Colsa, autor del disparo con más peligro visitante (min. 39), que Prats sacó al córner.
El juego visitante se atascaba con demasiada frecuencia y, en esta primera parte, el recurso del juego aéreo con el gigantón Zigic fue insuficiente para abrir espacios. Los verdiblancos no encontraron soluciones en el Ono Estadi, un recinto que desde la temporada 2000-2001 se les da muy bien, y eso quedó demostrado con las escasas incorporaciones al ataque. Prats apenas intervino.
El partido cambió en la segunda parte, ya que el Racing salió con otra mentalidad, muchos más agresivo. Miguel Angel Portugal decidió dejar en los vestuarios a Gonzalo Colsa para dar entrada a Javier Balboa, y el juego visitante se reactivó, hasta el punto de que Zigic (min. 57) desperdició una gran ocasión cuando remató mal en un «mano a mano» con Prats.
El Racing era otro equipo, pero a costa de dejar espacios atrás. Diego Tristán obligó a Toño a emplearse a fondo para evitar el segundo gol, y Jankovic volvió a demostrar que tienen un cañón en su pierna derecha en una falta directa.
El empeño y ganas que pusieron los montañeses fue recompensado con el cabezazo de Ruben González, ante el cual nada pudo hacer Prats. El 1-1 espoleó al Mallorca, que con el apoyo incansable de su afición, volvió a retomar el control de las acciones. Pero, el contragolpe cántabro fue mortal de necesidad para el Mallorca, y Balboa marcó tras una gran jugada de Munitis y Zigic.
No hubo tiempo para la reacción balear, que sumó una nueva decepción en el Ono Estadi ante una afición desencantada. Y el Racing feliz, en una isla donde no conoce la derrota desde la temporada 2000-2001.
