(PD).- Como un Elvis del fútbol, Ronaldinho ha pasado de la gloria a la más absoluta miseria por los excesos; de ser considerado el mejor futbolista del mundo a convertirse en una caricatura de sí mismo. Para mayor escarnio, la carrera del brasileño corre peligro: una análisis revela que no es apto para seguir en la élite. El fútbol es injusto… o no.
El diario ADN publicó este martes que el delantero brasileño se sometió la semana pasada a un examen médico en la clínica Delfos de Barcelona y los resultados han sido sorprendentes.
El rotativo reveló que el jugador brasileño se sometió a estas pruebas «a la una y media de la madrugada y sin informar al Barça».
Consultada la clínica Delfos de Barcelona, una portavoz explicó que «no se dan resultados de análisis de pacientes que asisten a la clínica».
Según el diario, Ronaldinho fue acompañado por un médico brasileño y los resultados de las pruebas fueron «nefastos».
Físicamente, Ronaldinho «está mucho peor de lo que la gente se piensa», coincidieron distintas fuentes médicas consultadas por ADN, que reveló también que el brasileño «accedió al centro médico por la puerta trasera, como otras veces han hecho otros jugadores».
En el FC Barcelona se desconoce el examen de referencia y el club recordó que la entidad sólo tiene convenios de colaboración con otras mutuas. «Se trata en todo caso de una iniciativa privada del jugador, ya que es una clínica con la que el Barça no tiene acuerdos», dijo a la AFP un portavoz del club que insistió en que éste «no tiene ninguna noticia y ni idea» de esto.
El diario plantea la posibilidad de que Ronaldinho haya pasado esta revisión por encargo de algún club interesado en contratarle, entre los cuales figura el Milán, «que alcanzó un acuerdo verbal con Roberto de Assis, hermano y representante del delantero del Barça».
ADN sostiene que en el AC Milán «seguramente ya conocen el estado actual del jugador» y que «tal vez por ello, el presidente Silvio Berlusconi prácticamente descartó su fichaje el domingo tras flirtear con él en las últimas semanas», concluyó.
