El Mejor.
The One.
The Best.
De la Historia de España.
Cuando Rafa Nadal colgó la raqueta en noviembre de 2024, los titulares se llenaron de nostalgia y homenajes.
Pero, lejos de caer en la melancolía, el balear ha decidido abordar su retiro con la misma determinación que le llevó a conquistar 22 Grand Slam.
Su nueva vida, a día de hoy, 21 de agosto de 2025, está marcada por una rutina distinta, pero no menos exigente en cuanto a disciplina personal, aunque con espacios más amplios para el disfrute y la familia.
Las mañanas han cambiado de despertador: ya no suena el móvil, sino su hijo, que le reclama a eso de las siete.
Nadal ha aprovechado para ajustar su agenda y priorizar los momentos en casa, organizando entrenamientos y compromisos antes del mediodía.
Reconoce, con ese humor tan suyo, que si deja el ejercicio para la tarde, “siempre hay excusas” y termina no haciéndolo.
Entrenamiento adaptado: proteger el cuerpo, disfrutar del deporte
El mallorquín mantiene una rutina de gimnasio tres veces por semana. El objetivo ya no es levantar trofeos, sino proteger unas rodillas y unos hombros que han soportado batallas épicas. Alterna ejercicios de fuerza y cardio, mezclando rutinas clásicas del tenis para no perder agilidad ni resistencia. “Hago un poco de todo, mantengo rutinas de cuando jugaba para protegerme, pero lo adapto a mi nueva realidad”, confiesa.
No ha dejado el deporte de lado. El golf se ha convertido en su gran aliado: le permite competir consigo mismo, sin el riesgo de lesión, y desconectar. Incluso se permite algún partido ocasional de fútbol, deporte que tuvo prohibido en su etapa profesional por el riesgo de lesiones.
Nueva relación con la alimentación: entre el bienestar y los caprichos
Si en su etapa profesional la dieta era un asunto serio —aunque, según admite, nunca fue el más estricto—, ahora Nadal se permite más licencias. El chocolate con leche es su “capricho casi diario”, algo que asume con naturalidad y una sonrisa. La educación alimentaria, reflexiona, es algo que ha ido perfeccionando con los años y con ayuda de nutricionistas, pero no renuncia a pequeños placeres.
Eso sí, no abandona los suplementos. Sus productos de la marca NDL Pro-Health, en colaboración con Cantabria Labs, siguen siendo parte de su rutina: “Me ayudan con la energía, la recuperación y la salud articular”, comenta. El magnesio y los productos para las articulaciones son sus aliados cada mañana.
Más allá de la pista: familia, mar y nuevos retos
La vida de Rafa Nadal no se limita al gimnasio. El mar, gran refugio durante su carrera, sigue siendo un espacio de desconexión y reencuentro con los amigos. Disfruta cocinando platos típicos de Mallorca, como el arroz o la sopa de pescado, y no duda en pasar horas en la cocina si la ocasión lo merece.
La paternidad ha supuesto un cambio de ritmo y de prioridades. Ahora disfruta llevando a su hijo al colegio, ajustando su agenda para estar presente en la vida familiar. La gestión de sus negocios, la Fundación Rafa Nadal y los nuevos proyectos ocupan buena parte de su tiempo, en un equilibrio que todavía está afinando: “No hay una rutina como antes, estoy en una etapa de descubrimiento”, reconoce.
Reflexiones de un mito: legado y metas personales
Considerado por muchos como el mejor deportista de la historia de España, Nadal no quiere que su legado se limite a los títulos. Aspira a ser recordado por su carácter y su trato humano, por el impacto de su fundación y su contribución a causas sociales, más allá del deporte.
Lejos de los focos, Nadal sigue siendo ejemplo de constancia y humildad. Aunque descarta por ahora ser entrenador, no cierra puertas a nada. “Hoy mi vida es una, veremos dentro de cuatro o cinco años”, apunta con su habitual cautela y una sonrisa cómplice.
Curiosidades sobre la nueva vida de Rafa Nadal
- Ahora el despertador es su hijo, no el móvil.
- El chocolate con leche es su “capricho diario” y no siente culpa.
- Entrena tres veces por semana, combinando fuerza, cardio y rutinas de tenis.
- El golf es su gran afición post-tenis; también juega al fútbol de vez en cuando.
- Disfruta cocinando arroz y sopa de pescado para amigos y familia.
- Utiliza suplementos de su propia marca para cuidar articulaciones y energía.
- El mar sigue siendo su refugio para desconectar del estrés.
- Aspira a dejar huella por su carácter y labor social, no solo por sus éxitos deportivos.
- Todavía no tiene una rutina cerrada: está en una etapa de descubrimiento y nuevos retos.
Seguir los pasos de Nadal fuera de la pista es constatar que, incluso lejos de la raqueta, sigue siendo un referente de superación, cercanía y ganas de vivir cada día con intensidad. ¿Quién dijo que la vida de un extenista tenía que ser aburrida?
