José Manuel Cuéllar: "Es lo que tiene el pomposamente llamado triángulo de presión alto, que todo lo que te da te quita y todo lo que te quita te da"
Con un cómodo dominio del esférico por parte del Real Madrid arrancó el encuentro, en lo que se vaticinaba un arreón inicial de los malacitanos que no fue tal, para el que José Mourinho se había provisto del ‘trivote’ formado por Lass y Khedira como escuderos de Xabi Alonso.
Un estéril cabezazo de Van Nistelrooy a los diez minutos de juego fue apenas la única aparición por el área de Iker Casillas en la primera parte, y el tiempo transcurría dejando una constante calmada y conformista en ambos equipos.
Tras la reanudación, Mourinho reestructuró a su equipo introduciendo en el campo a Marcelo en sustitución de un desaparecido e indolente Kaká. Ambos conjuntos saltaron al terreno de juego con una mayor tensión, pero el paso de los minutos volvió a eliminar los ánimos fogosos de los que ambos técnicos impregnaron a sus pupilos en el descanso.
A partir de ahí, tres ocasiones seguidas del lado visitante, un cabezazo fallido de Cristiano Ronaldo, un gol anulado a Higuaín por fuera de juego y finalmente, el gol de la victoria. Benzema, recién entrado al campo, concluyó con un disparo raso e inocente un fugaz contraataque de los blancos, en un balón que se le coló por debajo del cuerpo al meta local. A partir de ahí se desvanecieron los anhelos malaguistas de remontada.
LA PRENSA SE RINDE A BENZEMÁ Y HUNDE A KAKÁ
Los cronistas y analistas de la prensa generalista escribieron sus crónicas acercándose en el criterio: Benzemá está tocado por la gracia, y la última aparición de Ricardo Kaká ha podido ser definitiva:
José Sámano (El País) —El Madrid pide hora al Barça–: «Por más que fuera una pifia de Caballero, el gol de Benzema premió al único gobernante del juego, el Madrid que poco a poco dio un paso al frente a lo largo del segundo tramo. El remate del galo fue más bien churro, pero cuando los dioses apuntan con el dedo los hay que tienen dicha sí o sí».
Alfredo Relaño (AS) —Benzemá vive en estado de gracia–: «Conclusión: Benzemá está bendecido […] El Madrid pasó, pero no estuvo lúcido. Salió con trivote y un Kaká de nuevo en fase etérea».
Julián Ruiz (El Mundo) —Mou, que viene el coco–: «El partido del Madrid en Málaga fue horrible. La fuerza mágica del coco Barça estuvo presente en La Rosaleda. Claro que Pellegrini está muy cerca de que le den el viaje a su tierra para cuidar pinguinos. ¿Cómo le quería ganar al Madrid? […] Otros como Arbeloa y Kaká -al que empiezan a llamarle Caca- están poniéndose sus propias cruces en este equipo».
José Manuel Cuéllar (ABC) —Calculado paso del Madrid hacia el Barça–: «Es lo que tiene el pomposamente llamado triángulo de presión alto, que todo lo que te da te quita y todo lo que te quita te da. Anda Mourinho con toda una plaga de moscas detrás de la oreja y en cuanto oye un zumbido se refugia en la concha cual tortuga. Así que trivote al campo con su preferido Lass barriendo toda la medular».
Jesús Alcaide (El Mundo) —Madurez antes del Barça–: «Salió Mourinho con el trivote y no fue defensivo porque mantuvo control y manejo durante los 90 minutos. Siempre jugó en campo contrario. Eso sí, le faltó a su equipo fluidez y creatividad. Fue demasiado plano y previsible, tiró poco de velocidad, y la falta de movilidad condenó muchos de sus intentos ofensivos. Kaká desaprovechó una nueva oportunidad».
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