El Sevilla FC, en el que José Miguel González ‘Míchel’ se estrenó en el banquillo con una nueva derrota, en esta ocasión en el estadio de Anoeta ante la Real Sociedad (2-0), mira ya a los puestos de descenso, de los que está solo separado por tres puntos tras acumular ocho jornadas sin ganar.
La formación sevillista inició la campaña con el objetivo en la Liga de conseguir la tercera plaza de la tabla, que la tiene ahora el Valencia con catorce puntos más, y como mal menor ocupar la cuarta, que en la actualidad pertenece al Levante con seis puntos de diferencia.
Además, el equipo partía con altos objetivos también en la Liga Europa, de la que cayó en la primera eliminatoria ante el Hannover alemán, y en la Copa del Rey, donde, tras superar con más pena que gloria a un Segunda B como el San Roque de Lepe, cayó en octavos frente a Valencia, aunque fue por el valor doble de los goles conseguidos fuera de casa (1-0 y 2-1).
El caminar de la formación andaluza por esta temporada cerró una primera fase cuando el 5 de febrero perdió 1-2 en el Sánchez Pizjuán ante el Villarreal, lo que motivó la destitución del asturiano Marcelino García Toral y la contratación del madrileño Míchel.
Con solo una semana de trabajo, el nuevo entrenador parece que no ha encontrado la fórmula de reactivar a un equipo que tampoco reaccionó en San Sebastián, donde volvió a dar una pobre imagen y a perder, con lo que encadena tres encuentros con derrotas, se estanca en los 26 puntos y se queda a tres de la frontera del descenso, que ahora ocupa el Racing de Santander.
En las últimas ocho jornadas el Sevilla ha sumado dos puntos con dos empates (en el campo del Betis y en casa ante el Espanyol) de veinticuatro disputados, ya que los otros seis partidos han sido derrotas (Levante, Rayo, Málaga y Real Sociedad, como visitante, y Real Madrid y Villarreal, como local).
Esta racha se inició después de que el entonces equipo entrenado por Marcelino enlazara dos triunfos, en Zaragoza y en Sevilla ante el Getafe, encuentro este último que se disputó un lunes 5 de diciembre del pasado año, pero desde entonces no gana más.
Esas dos victorias seguidas fueron, además, un paréntesis en una mala racha que se inició paradójicamente después de que el equipo lograra un meritorio empate en el Camp Nou en la única vez esta campaña en la que el FC Barcelona ha cedido puntos en su estadio.
El Sevilla jugó ese encuentro de la jornada novena (aunque se habían celebrado ocho partidos al aplazarse la primera jornada), sumó un punto y se puso con dieciséis, con lo que las cuentas salían, pero después ha disputado otros catorce partidos y de los 42 puntos en liza ha sumado diez.
De esos catorce encuentros, los sevillistas han ganado dos (Zaragoza -única vez que ha sumado los tres puntos como visitante- y Getafe), ha empatado cuatro (Racing y Espanyol, en casa, y Mallorca y Betis fuera) y ha perdido ocho (Granada, Athletic, Real Madrid y Villarreal, en casa, y Levante, Rayo, Málaga y Real Sociedad, fuera).
Mal panorama para un equipo que en la última década se ha acostumbrado a jugar en Europa (lleva ocho participaciones consecutivas) y ha ganado seis títulos (dos copas de la UEFA, dos copas del Rey, una Supercopa de Europa y una Supercopa de España).
Ahora Míchel, con otra semana más de trabajo, intentará revertir la situación y la ocasión para ello será el próximo sábado en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán ante el Atlético Osasuna, que llega a Sevilla en la lucha por los puestos europeos y redoblado de moral tras imponerse el pasado sábado en Pamplona al FC Barcelona.
Antonio Gutiérrez
