Lo que le dolía de verdad, era el 2-0 que les acaba de clavar el eterno rival
En el minuto 28 de partido, el segundo entrenador del Atlético de Madrid, el ‘Mono‘ Burgos, salió de su banquillo para dirigirse hacia José Mourinho.
Y no para desearle ‘Feliz Día de la Madre‘, sino para amenazarle:
«¡Yo no soy Tito, yo te arranco la cabeza!».
Mientras en el campo, Sergio Ramos y Diego Costa intercambiaban codazos y escupitajos, los dos banquillos se presionaba al cuarto árbitro, reclamando cada fuera de juego, cada saque de banda.
A mitad del primer tiempo, con 1-0 en el marcador, se puso de pie Germán Burgos, segundo entrenador rojiblanco, y empezó a gritar iracundo.
Mourinho levantaba dos dedos, como denuncia del excesivo tráfico en las inmediaciones del banquillo. Y Burgos vociferaba ronco:
«¡Yo no soy Tito. Yo te arranco la cabeza».
Evocaba el fornido Burgos el gesto del portugués, que hace 14 meses metió su dedo en un ojo del preparador azulgrana. Volaron los insultos en las dos direcciones, pero nadie en el Madrid se levantó y eso enfrió las cosas.
Unos segundos después, El Mono volvía también a su asiento.
Más tarde, en la zona mixta, cuando preguntaron a El Mono sobre el particular, contestó con una simple sonrisa, quitando hierro al asunto. Lo que le dolía de verdad, era el 2-0 que les acaba de clavar el eterno rival.