El Barcelona tiene la oportunidad de cerrar la temporada con un doblete este domingo. Sin duda sería una campaña notable, pero en el vestuario culé saben que su éxito dependerá de un partido que ellos no juegan: la final de Milán.
Pese a que no lo reconocerán públicamente, saben que si el Madrid consigue la undécima el doblete perderá valor. Por eso, estos días en el vestuario azulgrana se habla más sobre el partido de Champions que sobre el de Copa.