Hace tres meses desde que saltó la noticia de que el presidente del Real Madrid estaba ilusionado con una nueva amistad.
Pues el responsable del club blanco mantiene esta relación y que Françoise, de 38 años, ya forma parte de su día a día.
Cuatro años después de haber perdido a Pitina, su esposa durante más de cuatro décadas, Florentino Pérez ha encontrado a alguien que le ha devuelto la alegría de vivir que merece todo hombre maduro y solo.
Después de la muerte de su mujer, el presidente del Real Madrid y de la empresa de construcción ACS, con una fortuna estimada por Forbes en 1.400 millones de euros, había permanecido ajeno a romances y aventuras sentimentales.
En este tiempo hubo rumores con más o menos fundamento. Como que tendría alguien muy especial en París adonde viajaría a menudo. O que Isabel Preysler era algo más que la viuda de un hombre al que admiraba, Miguel Boyer.
El caso es que la coincidencia de Isabel y Florentino en la recepción del palacio Real en 2014 como invitados en la proclamación de Felipe VI levantó un tsunami informativo que algunos medios convirtieron en el romance del año.
Es cierto que muchos empresarios importantes ofrecieron su apoyo a Isabel Preysler cuando se quedó viuda.
Desde el avión privado de Pepe Hidalgo, magnate de Air Europa y Globalia, al del propio Florentino Pérez, que también puso su jet a disposición de la viuda de su amigo y sus hijas Tamara y Ana para que viajaran a Lisboa en mayo de 2014, donde el Real Madrid disputaba la final de la Champions contra el Atlético.
Aquella repentina afición de Isabel Preysler por el fútbol parecía confirmar que allí había más que goles. Pero los hijos de Preysler y ella misma desmintieron rotundamente el posible idilio con el presidente del club blanco. Incluso se publicó que los hijos de la filipina hacían bromas a su madre con el asunto.
Por otra parte, todo el que conoce a Florentino, de 69 años, sabe que una señora que le atrajera debería ser en principio mucho más joven que Isabel Preysler, de 65, aunque todavía muy atractiva.
Y en ese perfil, entra Françoise, la francesa de 38 años que formó parte de la tripulación del Pitina II, el barco que Florentino tiene amarrado todo el año en Puerto Portals, a las afueras de Palma, donde se concentran los yates más lujosos que navegan por aguas españolas.
El Pitina era el refugio favorito del matrimonio Pérez y donde a veces pasaban muchos fines de semana, incluso en invierno, mientras Pitina tricotaba y Florentino, cinéfilo empedernido desde su juventud, veía alguna película de culto. Françoise era parte de ese barco.
Y ahí siguió cuando Florentino se quedó solo. Aquella lealtad y cercanía se convirtió en amistad desde primeros de año. En marzo ya informamos de ello y ahora sabemos que la ha invitado a cenar en varias ocasiones y que estuvo en la final de Milan contra el Atlético de Madrid.
Florentino, padre de tres hijos, Eduardo, conocido como Over , Florentino. al que llaman Chivo, y María Angeles, Cuchi para la familia (en la imagen, junto a su padre), podrían entender que su padre tiene derecho a rehacer su vida, aunque es posible que se hayan sorprendido y que prefieran ver la historia de la camarera del Titanic en una pantalla, y no cerca de su entorno.