Es el cachondeo del día en las redes sociales, el peculiar lanzamiento de la pena máxima del jugador italiano Zaza frente a Alemania en los cuartos de final de la Eurocopa que dio el triunfo a los germanos tras el 1-1 cosechado tras 90 minutos de juego y 30 de prórroga la noche del 2 de julio de 2016.
La extraña forma de tirar la pena máxima ha llevado a comparar al italiano con Chiquito de la calzada y no es para menos.
En cualquier caso, la tanda tirada por Alemania e Italia al final de su encuentro de cuartos de final de la Eurocopa 2016, este 3 de julio de 2016, es para enmarcarla. Y no precisamente por su precisión o maestría.
Alemania, la campeona del mundo, necesitó 120 minutos y una tanda infinita de 18 penaltis para fundir a quien jamás había derrotado en un gran campeonato.
Rompió la maldición cuando ya era medianoche y desde tres horas antes los alemanes tuvieron que anudarse la garganta. Solo se aliviaron cuando Hector embocó el penalti final bajo los brazos de Buffon. Cuestión de centímetros, lo que en el fútbol conduce a la cima o al exilio.
A la rueda de fusilamiento se llegó tras un partido que exigió a todos hasta lo que no tenían. Un choque muy competido, muy estudiado por ambos banquillos, batallado metro a metro, y con un desenlace tremendo, el encuentro con más penaltis en la historia del campeonato.
Se lanzaron un total de 18 penaltis. Con final feliz para los alemanes. Jonas Hector, el joven lateral del Colonia, fue el encargado de lanzar el último penal justo
después del intento fallido de Damian y no perdonó.
El máximo suspense del fútbol y con los mejores actores posibles bajo palos: el glorioso ayer de Buffon, de 38 años, y el fantástico presente de Neuer, de 30. Uno detuvo el italiano, dos el alemán. Otros cuatro también volaron, fuera o al poste. Alemania rompió la tradicional victoria italiana, pero cumplió con una costumbre. Ha triunfado en seis de las siete tandas de penaltis que ha tenido por delante a lo largo de su vida.
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